OJO DE HALCÓN
Un plácido debate sobre el estado de... Juanma Moreno
Los líderes de la izquierda andan perdidos sin entrar en el trato privilegiado a Cataluña o País Vasco. La sequía no es imputable al Gobierno pero cualquiera sabe que las restricciones pasarán factura
![Un plácido debate sobre el estado de... Juanma Moreno](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/abc/2023/12/02/juanma-moreno-pp.jpg)
Un Debate sobre el estado de la Comunidad acaba por ser siempre un examen sobre el estado de la política antes que el estado de la sociedad. Aquí y en cualquier otra comunidad, como el propio Debate sobre el estado de la Nación, al cabo ... lo que se mide es la temperatura de la propia política. Y el debate de esta semana retrata un panorama plácido para el Gobierno andaluz, sin que el descontento sanitario o la amenaza de la sequía de momento alteren el statu quo. A pesar de las turbulencias, Juanma Moreno aún tiene viento de cola; y sus rivales no parecen dar con el modo de romper esa inercia.
Irónicamente el debate ha coincidido, en vísperas, con la celebración del quinto aniversario de las elecciones del cambio, la noche electoral eléctrica y estupefaciente del 2D de 2018. Aquel Gobierno débil fue recibido rabiosamente como Trifachito Andaluz entre alertas antifascistas, con llamamientos incluso a rodear el Parlamento —quién ha visto al PSOE, que fletaba autobuses ese día, y quién lo ve ahora rasgándose las vestiduras por las movilizaciones— y pudo naufragar porque Juan Marín ha revelado las presiones de Ciudadanos para devolver al PSOE al poder y sacar al PP de San Telmo, pero cuatro años después acabó en la consolidación de un cambio total: un PSOE en mínimos, Ciudadanos desaparecido, la extrema izquierda desplomada, y Vox sin protagonismo... mientras el PP andaluz, con Bendodo en el núcleo duro de Génova, se ha convertido en la referencia de derecha moderada.
Y no hay perspectiva de sacudir este tablero, sobre todo porque el PSOE no parece dispuesto a dejar de... ponerle las cosas fáciles
Operación Espadas
En el fragor del debate, Juanma Moreno se lo espetó a Juan Espadas:
—«Menos Ferraz y más Andalucía».
Con instinto de púgil, aunque la pegada del presidente a veces se desdibuje tras su cordialidad, Moreno vio el punto débil del líder de la oposición al que Sánchez ha fichado como portavoz en el Senado. Y dejó ese crochet al mentón. Entre la hipótesis del trono de hierro o el puente de plata, nadie o casi nadie apuesta por la hipótesis de que Moncloa quiera reforzar a Espadas en el trono de la mayor federación socialista de España. De hecho, es un movimiento que, con seguridad, va a debilitarlo. Si Juan Espadas necesitaba una voz andaluza independiente del sanchismo, ahora va a ser portavoz destacado del propio sanchismo. Y además en una cámara donde el PP, con mayoría, quiere ruido. Esto refuerza la idea de una interinidad hasta instalarse a Madrid o irse a Europa. De momento «Menos Ferraz y más Andalucía» pinta a mantra de la temporada, una letanía persistente contra él.
Y no sólo él
Más allá de Juan Espadas, al que difícilmente podrá cubrirle la espalda Ángeles Férriz —los decibelios con fonética jienense no bastan frente al eje vascocatalán del poder— tampoco hay otras voces. Inma Nieto, que hasta pocos meses brillaba como parlamentaria concitando elogios transversales por el tono y el rigor de sus intervenciones, ha asumido un papel de Delegada del Gobierno para contentar a Yolanda Díaz, que sigue sin mirar al sur. De momento Sumar aquí parece restar. También Manuel Gavira está más perdido que Adán el Día de la Madre, y ahora explora el discurso social. En Adelante sí tienen claro su rol, pero al peso es demasiado leve, aunque a veces pone una pica en las conciencias.
Del temario dominante...
A pesar de la trascendencia limitada de este Debate, sí que se ha visto al presidente andaluz asumir los dos agujeros negros cuya energía negativa pude alterar el statu quo más que la oposición: sanidad y sequía. Esa Doble S provoca pesadillas. El mismo Juanma Moreno ha cortado cualquier complacencia más allá de los datos que acreditan sobradamente que no existe ninguna privatización de la sanidad, sino frustración por la incapacidad para convertir esa inversión en una respuesta eficiente. Ese es su flanco más débil. La sequía no es imputable al Gobierno, pero cualquier dirigente sabe que las restricciones pasarán factura —parafraseando el adagio italiano, 'non piove, porco Governo'— y ya anuncia desaladoras portátiles o conexiones en los puertos para descargas de agua por vía marítimas. La Doble S estará en la balanza del mandato.
...al cercanías
Algo anecdótico, como a veces sucede, acabó por llevarse el eco del Debate. También eso delata la irradiación real de un Debate como ese. Inesperadamente, la izquierda movió ficha con los Cercanías y el PSOE quedó en offside desairado en la secuencia:
—Por Andalucía y Adelante plantean al pleno propuestas para que la Junta pida al Estado el traspaso de Cercanías, que el PP había relegado para mantener el énfasis en la financiación.
—El PP suma sus votos, vinculando la reclamación al cheque de seis mil millones que Sánchez ha dado a Cataluña en el mercadeo de su investidura. El PP ya puede reclamar esos fondos a una iniciativa de la izquierda.
—El PSOE-A no la apoya. Probablemente no se atreven con esa cifra en la ecuación.
—A media tarde, el PSOE-A asume el error y emiten una nota para autoenmendarse: «Instamos a Moreno a reclamar formalmente esta transferencia». Ya es tarde para instar lo que ya está instado.
Tras el papelón, el ministro Oscar Puente se apresuró a hacer «de la necesidad, virtud» –que es la nueva consigna– y ha dicho que sí, aunque añade que será complicado. ¡A ver si creemos que esto va a ser tan sencillo como en Cataluña! En el PP sin duda saben que será más que difícil tener los Cercanías con un cheque de 6.000 millones, pero les han regalado un agravio.
Y la manifa de hoy
En el Debate, además de la sanidad y la sequía, el presidente andaluz ya dio cancha al agravio más allá de la financiación. Es así como Juanma Moreno se ha hecho con la bandera del andalucismo reivindicativo mientras los líderes de la izquierda —PSOE y Por Andalucía, trasunto de Sumar— andan perdidos sin atreverse a entrar en el trato privilegiado del sanchismo a Cataluña y País Vasco por no molestar a sus jefes de Madrid. Moreno se comprometió a mantener la causa para que Andalucía no pague los privilegios a las comunidades más ricas y también anunció que estará en la manifestación de este domingo en Sevilla, en víspera del 4D. Eso enfadó a la izquierda, pero ¿por qué debería molestarles algo así? Lo del 'foro adecuado' es una coartada; simplemente les escuece tener que agachar la cabeza. La izquierda se sabe fuera de sitio... y Moreno sabe que les ha ganado sitio.
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