sevilla al día
A ti que sobreviviste
Si usted tiene un hijo o hija en edad escolar, es muy probable que haya atravesado por la semana más estresante del año
Se escribe mucho sobre el antes, durante y después de la Selectividad. Es un clásico de la información local que también se cuela todos los años entre los titulares nacionales. La historia siempre es la misma: esos chavales de los nervios que se enfrentan a ... una temida prueba que al final siempre aprueba la inmensa mayoría. Este año hasta el alcalde de Sevilla se ha hecho la foto con su hija despidiéndola antes de que entrara a examinarse.
Pero poco o nada se escribe de lapenúltima semana de junio y de la intensidad que se vive en muchos hogares a cuenta del colegio. Si usted tiene un hijo o hija en edad escolar, es muy probable que haya atravesado por los días más estresantes del año. Rara vez es noticia, pero usted no está solo, ya se lo digo yo, que somos legión los que hemos sobrevivido a la agenda imposible de nuestros hijos con graduaciones, actuaciones, fiestas de fin de curso y todos los preparativos que conlleva esta traca final, aderezado todo ello con el trino incesante de esos grupos de whatsapp que no dejan de piar en interminables debates sobre el color del fondo de la orla, si los peques deben llevar o no pajarita o qué se le compra a la profe de regalo.
Si además usted tiene un trabajo de horario exigente pero se ha impuesto no perderse ningún momento señalado de sus hijos, aunque se deje la salud en ello, brindemos juntos porque hemos sobrevivido y ya sólo resta un año para volvernos a complicar la vida. Pero también le digo, que el estrés podría haber alcanzado cotas que ni usted se imagina si no mediara la ayuda de tantas familias que de manera desinteresada trabajan curso tras curso por mejorar la vida educativa de los escolares, especialmente en la enseñanza pública donde los recursos son limitados.
Cuando aterricé como madre novata al colegio de mi hijo mayor descubrí en mis propias carnes que la enseñanza pública no es gratuita. Es cierto que no se paga como en un centro privado, pero el bolsillo no se queda quieto en todo el año. También constaté que muchas de las carencias de los centros educativos se cubren gracias al empuje de las asociaciones de padres y madres que a través de sus aportaciones montan el sonido de una graduación, ponen aire acondicionado en las aulas o amplían la dotación de libros de las bibliotecas. Inversiones que deberían hacer las administraciones pero como siempre falta presupuesto, ya están las hadas madrinas de las familias para salir al rescate. Las ampas de los colegios e institutos de Tomares, por citar un ejemplo inmenso, son un referente de este trabajo altruista en la provincia de Sevilla. Por eso, téngalo en cuenta y no las dejen solas.
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