Dos meses en la lista de espera
Hay poblaciones como Tomares, etiquetado como municipio rico, que carece de un servicio de urgencias por las noches y los fines de semana
Les voy a contar un secreto a voces. Los vecinos del Aljarafe miramos con recelo a nuestro hospital de referencia, rebautizado con su mijita de guasa como la puerta al cielo. Hacemos piruetas dignas del mejor acróbata circense para que nos deriven antes a un ... centro de especialidades de la capital, llámese Marqués de Parada, o al hospital Virgen del Rocío si la cosa es más seria, antes que ingresar en Bormujos. Y no es que en la ciudad la situación sanitaria pública sea una maravilla de tirarse de los pelos, es que en la comarca más poblada de la provincia, lo que sufrimos raya lo demencial. Pongamos unos cuantos ejemplos:
Hay poblaciones como Tomares, etiquetado como municipio rico y con más de 25.000 habitantes (empadronados porque los que viven son unos cuantos más), que carece de un servicio de urgencias por las noches y los fines de semana. Si te toca ponerte malo en esas franjas horarias, te tienes que coger el coche y marcharte a Castilleja de la Cuesta. Y reza si no acabas derivado al hospital por una simple otitis porque en ese centro de salud no hay medios suficientes para un diagnostico más preciso y el facultativo ante la duda, tiene la obligación de mandarte al hospital, favoreciendo que un usuario que podría ser atendido perfectamente en atención primaria, acabe engordando las listas fatigadas de una tarde-noche de urgencias hospitalaria. Seguimos.
Creo que debemos quedar cada vez menos contribuyentes que depositen toda su confianza en la sanidad pública de manera exclusiva a la hora de elegir la asistencia sanitaria de sus hijos pequeños. Sólo escucho referencias a pediatras de lo privado y no sólo de familias con economías holgadas, ojo. Hay quien acaba asumiendo una letra más, que cargan una cuentas domésticas con poco margen, para pagar un seguro médico. y no les falta razón.
Un niño, al que le han detectado un problema de agudeza visual, llámese miopía de categoría, se puede quedar esperando dos meses hasta que el oftalmólogo le vea. Dos meses que en un pequeño en edad escolar pueden tener unas consecuencias que van más allá de lo estrictamente sanitario. Dos meses que encima no deben enojar a sus pacientes padres porque las consultadas de oftalmología en el hospital San Juan de Dios pueden tener una demora media de más de cuatro meses.
En la comarca del Aljarafe viven más habitantes que muchas capitales de provincia de este país. Por una simple cuestión numérica, sus habitantes se merecen algo más que una asistencia sanitaria pública de pueblo.
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