Padrazo

No es de extrañar el comportamiento que viene teniendo Izquierda Unida en el País Vasco al considerar que es un partido de inequívoca ideología marxista-leninista y cuyos antecedentes más contundentes se hallan en la desaparecida URSS, sustentada en un partido comunista evidentemente totalitario, antidemocrático, antiderechos humanos, antitodo. Y que, sin embargo, se ofrecía como un sistema repleto de excelencias hasta límites insospechados que conducían al envidiable paraíso soviético, que quedó al descubierto cuando se desmoronó el telón de acero, mostrándose al mundo la realidad miserable y triste en la que estuvieron sometidos.

Conviene recordar que el padrecito Stalin y su poderoso ejército, en un régimen antifascista, no dudó en aliarse con los nazis (fascistas) de Hitler para invadir y triturar a Polonia, sin olvidar que de inmediato se abrazaron a las naciones occidentales y capitalistas para combatir contra sus anteriores socios alemanes. Y, como resultado de tanto pacto entre fascistas y antifascistas, entre capitalistas y comunistas, se viene desorientando y confundiendo a la opinión pública. Sin rodeos y sin ambages, los asesinos de la banda terrorista ETA son de ideología marxista-estalinista, y estos criminales utilizan los zulos para esconder y martirizar a sus víctimas. El etarra asesino parlamentario Josu Ternera es tan marxista como el sanguinario y excarcelado batasuno Otegui. El coordinador de IU en el País Vasco, Javier Madrazo, es comunista, por lo que no debe sorprender que éste apoye a Batasuna y demás delincuentes de ETA y al PNV. Madrazo, tan comprensivo y paternalista hacia todo lo que huele a terrorismo de izquierda radical, la que alza el puño en mítines y luego acciona el gatillo, debiera suplir el apellido respetable que ostenta por el de «Padrazo»,