Mallorca, una cita importante

Cuando se han ido, por las causas que fueran, puntos contra rivales más o menos directos de la misma liga, como han sido Rayo Vallecano, Osasuna, Tenerife y Real Sociedad, la cita en Mallorca adquiere carácter de importante, no tanto por lo que viene detrás de ella, un calendario más complicado, en teoría, del que se dejó atrás, sino porque sería, de no ganarse el partido, poner a otro rival directo tras los talones y, también, añadirle nervios a una situación que necesita, cuanto antes, asegurar la permanencia, ya casi en la mano, para no tener que sufrir más de la cuenta y mucho más de lo previsto cuando, antes de esta etapa de resultados desfavorables, todo parecía soplar a favor.

Mallorca para ganar y espantar recelos que son, ahora mismo más aparatosos que reales, pero que están ahí porque no hay diferencias notables entre unos equipos y otros como para andar seguros del futuro en tan inestable presente, máxime cuando, si se le echa un vistazo a lo que por detrás viene, están el Deportivo en Nervión, el Valencia en su tierra, el Málaga de rivalidad regional y la rivalidad eterna en Heliópolis para completar un cuarteto de encuentros que se encararían con mejor ánimo si ahora se sumaran los tres puntos.

No hay por el momento mayores urgencias que las del domingo inmediato, que pondría muy a tiro el salvavidas de las matemáticas para respirar a pleno pulmón. El quid de la cuestión quizás esté en traspasarle a los mallorquinistas la incertidumbre de una situación que todavía le es muy favorable al Sevilla.

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