La lista de Camacho
Si la lista de Camacho para el Mundial albergara todos los nombres que están sonando para ella, tendría que llevar a la selección en unos pocos de aviones y le faltarían plazas. No hay futbolista que no tenga un partido bueno para que ya lo pregonen o se pregone candidato a ese bingo de hacerse mundialista, no sólo por el prestigio profesional que eso supone sino por el caché que lleva acompañado.
En España hemos tenido seleccionadores que no salían del Madrid y el Barcelona a la hora de repartir pasaportes, tanto europeos como mundiales y otros que sí abrían más el abanico en la preselección aunque, al final, también terminaban por el mismo camino: el de Barcelona a Madrid, ida y vuelta, con alguna concesión al Bilbao, entonces, cuando era furia española y gamo de Dublín, otro poquito, aunque menos, al Atlético de Madrid, todavía en el infierno un año más, y, los demás, apenas si alcanzaban las migajas de convocados aunque hubiese en sus filas auténticos fenómenos fuboleros que podían mandar directamente a los albañiles a los sí elegidos.
Hay en esto de las prelistas, convocatorias para amistosos, rumores como pretendidas antesala de la noticia y mucho de promoción bastantes intereses encontrados, algún papel mojado y más de un capricho o imposición de grandes tanto a la hora de insinuar nombres como de aparcarlos para no encarecerlos.
No lo tiene fácil un seleccionador para hacer el listado. E imposible como se equivoque, porque siempre se recordarán los que no fueron. Pero todos no caben.
fdezdecordoba@abc.es
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