Evidencia solidaria
El «Balance Económico Regional de los años 1995-2002» editado por la Fundación de Cajas de Ahorros (FUNCAS) pone de manifiesto una evidencia que, no por conocida, deja de ser un dato a tener en cuenta en unos momentos preelectorales en los que la solidaridad interterritorial parece haber entrado en crisis. Según este informe, Andalucía es la comunidad autónoma que más financiación requirió para cubrir sus necesidades de recursos, cifradas en 2002 en 8.697,9 millones de euros, mientras Madrid y Cataluña, con 11.341,3 y 10.862.7 millones de euros, respectivamente, son las comunidades que más aportan al proceso de solidaridad interterritorial. El dato es, pues, concluyente y parece reforzar las tesis insolidarias de algunos nacionalistas catalanes que abogan por una Agencia Tributaria propia que gestione sus recursos y redistribuya el superavit dentro del Estado. Lo que ya no lo es tanto es el empeño de la Junta de Andalucía y de su presidente, Manuel Chaves, en apoyar las tesis defendidas por Maragall. Y no lo es porque, por desgracia, Andalucía es, y seguirá siendo durante muchos años, una comunidad pobre y deficitaria que necesita -tal y como recoge la Constitución- de la solidaridad de las regiones más ricas. El Estado de las autonomías que tantos sacrificios ha costado construir en estos veinticinco años tiene que seguir vivo gracias al esfuerzo solidario de todos los españoles que con su trabajo, muchas veces como emigrantes fuera de su comunidad, han contribuído a aumentar la rquieza de algunas regiones y a forjar un país solidario.
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