La tribu
Las cuentas
A ver qué dirán los cinco candidatos más destacados y comparémoslo con lo que harán al final si los resultados no son las que esperaban
Para tratar de dormirte, algo que no conseguía con facilidad, tu padre te cantaba, con tonada de nana o de trilla, una letra que, más que llevarte al sueño, te espabilaba, porque no entendías aquellas cuentas: «Mi moreno está arando / con cinco yuntas, / tres y ... dos son del amo; / las demás, suyas.» Serías niño, pero ya sabías que tres y dos eran cinco, y en vez de entregarte al sueño, le preguntabas a tu padre cuántas yuntas eran del moreno, si tres y dos -cinco- eran del amo. En tu infancia, tan pronto, empezaban a sonarte raras algunas cuentas, y para redondearlo, un dicho popular: «Una cuenta ajusta el borracho y otra el tabernero.» Y más, porque a tu madre, con el jornal de tu padre, no le salían las cuentas de la panadería, la tienda, la carbonería, la luz…
Hay cuentas que siguen raras, aunque estén bien resueltas. Te acuerdas ahora de aquellas «cuentas» con el alma y con el cuerpo que ajustaba por fandango Caracol: «Qué es lo que me pasará, / que yo me estoy consumiendo / y a mí no me duele ná.» Allá arriba, en los cerros del poder que es, que quiere ser o que sabe que será, también ajustan cuentas. Cuentas raras, sí, pero si no fueran raras no les cuadrarían. Canta Marchena por fandango: «El once le dijo al doce, / “¿el trece dónde estará?” / Y le respondió el catorce: / “El quince te lo dirá, / que el dieciséis lo conoce.”» A Marchena parece que le gustaban las cuentas raras, o demasiado claras: «Cuatro padres franciscos, / cuatro del Carmen, / y cuatro de la Victoria, / ¡caramba! son doce frailes.» Unas cuentas así, más o menos, serán las que estén ajustando allá arriba, o allá lejos, los cinco lobitos que tenía la loba, los cinco que suenan para llevar las riendas -solo o en compañía de otro o de otros- de la España que empezará a ser - ¿otra vez? Sí, otra vez dirán que empieza a ser- a partir del 28 de abril y, un poco más tarde, la que salga del 26 de mayo. El aforismo machadiano dice: «La primavera ha venido. / Nadie sabe cómo ha sido.» Ojalá no haya que cambiarlo: «La primavera se ha ido. / Huye de los que han venido.» A ver qué sale de las cuentas. Se recomienda un ejercicio de memoria corta: recordemos parte de lo que dirán en sus mítines de campaña los cinco candidatos más destacados -PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos, Vox- y comparémoslo con lo que harán al final, si los resultados -las cuentas- no son las que esperaban, si, por más vueltas que den, cuatro padres franciscos, cuatro del Carmen y cuatro de la Victoria no son, caramba, doce frailes. Cualquier cuenta les valdrá para que, de las cinco yuntas, tres y dos sean del amo y ellos no se queden sin ninguna.
antoniogbarbeito@gmail.com
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