La cuadrilla de la Sed
Con motivo de la conmemoración del XXV aniversario de la fundación de la cuadrilla de hermanos costaleros del Santísimo Cristo de la Sed, se ha realizado en el boletín número 102 (febrero 2003) de dicha hermandad, una entrevista a una persona de la primera cuadrilla. En ella, aparecen una serie de errores y falsedades sobre la verdadera historia. Nos hemos puesto en contacto con el hermano mayor de la misma, para que se modificaran dichos errores en el siguiente boletín del mes de mayo. Ante la negativa respuesta, queremos a través de este periódico, dar a conocer la verdadera historia. Por todo ello, rebatimos los siguientes puntos de dicha entrevista:
En el año 1979 forma la cuadrilla de jóvenes hermanos costaleros Jesús de la Salud Moreno Bázaga, llevando el paso a la Catedral junto a José Luis García Benítez; En 1980 y por cese del anterior capataz, la junta gestora, presidida por don Juan Muñoz, nombra como capataz a Federico González Artillo junto a Manuel Guerrero García y José Luis García Benítez; Federico González Artillo realiza una magnífica labor desde 1980 a 1986, en el cual fallece, fundado también en 1984 la cuadrilla de palio; Jamás se contrató por pate de la junta de gobierno de esos años a Salvador Dorado «el Penitente» para enseñar a nadie. Su labor en la hermandad fue sacar los pasos durante algunos Viernes de Dolores; En 1981, la junta de gobierno llama a Antonio Berbe Morilla para formar parte del equipo de capataces, el cual viene acompañado de un grupo de dieciocho-veinte costaleros para reforzar la cuadrilla. Estos cumplen su función y no abandonan el paso en ningún momento para «irse de copitas»; En 1982, el entrevistado Manuel Guerrero García mandaba el paso en la avenida Luis Montoto, ocurriendo el lamentable suceso de enganchar los dedos del Señor en las ramas de un árbol, rompiéndose uno de ellos que tuvo que ser pegado por el prioste de San Benito (artículo publicado en ABC, 1982); Sobre el paso de Cristo en los ensayos jamás se colocaron «barriles de vino» y sí sacos de arena;
Por último, añadir que en dicho boletín se han olvidado los nombres de los capataces que desde 1987 a 1995 han llevado a sus titulares hasta la Santa Iglesia Catedral. Con esta carta queremos reseñar la memoria y labor que Federico González Artillo realizó en sus años de capataz.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete