LA TRIBU
Hispanidad
Celebro el 12 de octubre y se me llena la boca cuando, al celebrarlo, me suena el nombre de España
![Antonio García Barbeito: Hispanidad](https://s3.abcstatics.com/abc/sevilla/media/opinion/2021/10/12/s/antonio-barbeito-opinion-keXD--1064x800@abc.jpg)
Mientras caminaba por los alrededores de las cataratas del Iguazú, oyendo el sonido cercano y monótono del agua, pensaba en lo que debió de sentir el jerezano Alvar Núñez Cabeza de Vaca al divisar la insólita estampa de aquellas aguas precipitándose, ese continuo salto de ... líquido trapecista que le da a la selva, quizá más en Foz de Iguazú, un ruido de tormenta inacabada. Era 1542. Casi medio milenio más tarde, aquellas aguas ocres seguían repartiendo por la espesura su asombroso sonido, su apetecida violencia. En aquel instante, di gracias por ser español y paisano de quienes fueron allí para descubrirnos tantas maravillas. Como agradecí en Misiones el acierto de los jesuitas, que les dieron oportunidad a los nativos para desarrollar sus facultades artísticas. Posiblemente se cometerían barbaridades, pero el resultado es magnífico. Lo di por bueno todo, porque, sin duda, hubo muchísimo más bueno que malo.
Tres Carabelas, ese era el símbolo en la escuela para celebrar el Día de la Hispanidad. Celebrábamos el arrojo de unos españoles que se jugaron la vida –muchos de ellos la perdieron- en aquellas naves, en busca nadie sabe bien de qué. Tres Carabelas con las velas hinchadas, la cruz en ellas, y unos hombres que llegaban a tierra tras muchas semanas de mar, hambre, miedo y dudas. Mereció la pena. Fue como en las grandes historias de amor, ganaron los dos, conquistador y conquistado, y no quieran calentarme para que me apunte al bando de los sensibles que se estremecen pensando solamente en las espadas y el sometimiento, que a saber lo que sería el reparto de papeles de unos y de otros. Lo cierto es que hoy, a más de quinientos años vista, el Descubrimiento de América fue una de las mayores gestas de la historia. Y lo llevaron a cabo españoles, y eso es para levantar la frente, no para agachar la cabeza, porque incluso tuvimos la grandeza de unirnos a ellos en un mestizaje que refrescó las sangres y las mejoró. ¿Qué temen algunos que celebremos? ¿Acaso fuimos los españoles un atajo de asesinos que decapitaban indios y violaban indias? ¿No podemos pensar en lo mucho bueno que hicieron? ¿Es que vamos a ser muy condescendientes con nuestros conquistadores, con todos, y muy duros con los nuestros que fueron a descubrir, a conquistar? ¿Es que vamos a avergonzarnos por ser españoles de largas miras, y vamos a pedirles perdón a quienes arrasaron nuestro país para ponernos bajo sus dominios? Celebro, vuelvo a celebrar el Día de la Hispanidad, por lo mucho que le debemos a tantos españoles de entonces y por lo que ha supuesto en intercambio cultural aquel descubrimiento. Celebro el 12 de octubre, la Hispanidad, sí, y se me llena la boca cuando, al celebrarlo, me suena el nombre de España.
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