LA TRIBU
Agosto
Es verdad que hoy hace mucho calor, pero estas olas ni son nuevas ni seguramente sean las más grandes de la historia
![Antonio García Barbeito: Agosto](https://s2.abcstatics.com/abc/sevilla/media/opinion/2021/08/15/s/antonio-barbeito-opinion-U4021634114741tF--1064x800@abc-Home.jpg)
Casi toda España es una antorcha. Si por Andalucía hay sitios que arden solos, por La Mancha y Aragón hay relojes ardiendo a determinadas horas. Ardían los árboles verdes por Tarancón, y se caían derretidas las tejas en el mediodía de Albarracín, Teruel no sabía ... dónde meterse y Alcañiz se asfixiaba por la tarde. ¿Más calor que nunca? No, es que ya las máquinas nos han ido desacostumbrando al calor como al frío. Nadie recuerda ya lo que suponía dormir sin más abrigo que una mala manta de borra, ni echarse a la siesta sin más ventilador que los resoplidos propios. Le llamábamos fría al agua del búcaro, como hoy le llamamos caliente a la cerveza que no venga del congelador.
Cruzas la calle y es, en verdad, un infierno urbano. Ya ni la sombra es la sombra donde siempre lo fue. Arde la piedra de las ciudades, y arden los hierros, y arde por ellos el aire que trata de inventar el imposible frescor. Quema la chapa del coche, quema la ropa, queman los bancos del jardín, quema todo. ¿Más calor que nunca? Vete a las viñas de La Mancha y resucita a los braceros del viñedo que no tenían a mano ni un mal sorbo de agua fría en aquellos llanos sin sombra. Vete a los campos paniegos de Castilla y que hablen, resucitados, los viejos segadores que se llevaban semanas doblados sobre la raspa segando la mies bajo un sombrero incapaz de aliviar nada, sin respiro, sin agua fresca, sin un jornal digno y con el hambre mordiendo en los talones, «castellanos, castellanos, / tratad ben a los galegos…» Hace mucho calor por estos pueblos que tienen el color de la tierra sobre la que se asientan. A él, que anduvo por aquí, le preguntabas por el frío, pero podría haberte hablado del calor que haría entonces por esta parte de España. Y sin remedio. Hoy todo nos parece más exagerado, porque lo medimos con la comparación de los remedios modernos; hoy tenemos la imprecisión de la medida que nos equivoca porque tenemos con qué comparar. Entonces, cuando el termómetro era el cuerpo y el frío que no conocíamos estaba muy lejos, la medida era, simplemente, el cálculo paisano: «Hoy hace mucho calor», «hoy hace muchísimo calor», «yo creo que hoy hace más calor que ningún día…» Es verdad que hoy hace mucho calor, pero estas olas ni son nuevas ni seguramente sean las más grandes de la historia. Cuestión de medida y de remedios. La copla flamenca vuelve: «El ciego de nacimiento sin la esperanza de ver / no pasa tantas fatigas / como el que ha visto y no ve.» Nosotros hemos visto; quiero decir que sabemos lo que es el agua helada, el aire acondicionado en la casa, en el coche, en los establecimientos públicos, y por eso nos parece que hace más calor que nunca. Cuestión de perspectiva.
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