Hazte premium Hazte premium

Resistiré

Es una canción-talismán, que eleva el alma, que da fuerzas. Un prodigio de letra

Antonio Burgos

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Las guerras necesitan himnos para elevar la moral de la tropa. Para unirnos a todos en conseguir un objetivo. Para ganar. Y para soñar. Lo sabía Bécquer, en su Rima I: «Yo sé un himno gigante y extraño/ que anuncia en la noche del alma ... una aurora». En esta terrible guerra contra el invisible enemigo del virus, ese himno «gigante y extraño» ha surgido, y nos anuncia una aurora de esperanza cuando lo escuchamos. Es como una liturgia civil, pero con algo de unción religiosa cuando lo cantamos. Nadie sabe cómo lo hemos adoptado cual tal himno que eleva los corazones, que nos da ánimos y esperanza y nos une y conforta. Es una vieja canción del Dúo Dinámico, que se editó en 1987 en el álbum «En forma»; el segundo que Manuel de la Calva y Ramón Arcusa volvían a grabar juntos tras su separación artística y su retirada de la contienda de la canción durante muchos años. Esa vieja canción es «Resistiré». Sé que, antes, ya ayudó a muchos, cantándola mentalmente u oyéndola, a superar gravísimas situaciones personales y familiares de desesperanza o de muerte de seres queridos. Es una canción-talismán, que eleva el alma, que da fuerzas. Un prodigio de letra. Que aunque escrita en 1987, parece dictada ayer mismo a la medida de los sentimientos de nuestra hora. Y que alguien ha adoptado como himno oficioso de la actual lucha de todos contra el mal que azota al mundo y nos paraliza.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación