EL RECUADRO

De Espadas a Muñoz

Muñoz tiene más perspectivas de triunfo electoral en la Alcaldía que Espadas en la Junta

17/12/2021
Actualizado 18/12/2021 a las 08:36h.

Vuelvo a insistir en mi vieja tesis, quizá equivocada: aunque sea por su loable fidelidad a los objetivos de su partido, ¿qué necesidad tenía Espadas de abandonar la Alcaldía de Sevilla, con lo bonito que es el cargo, y cuando ya le tenía cogida la ... horma al zapato de la ciudad, para lanzarse, no se sabe si con agua en la piscina o no, a la candidatura de la presidencia de la Junta? Como todo parece una maniobra de Pedro Sánchez, ¿qué sabe Sánchez de la política andaluza, de los entresijos municipales de la Muy Difícil y Falsa Ciudad de Sevilla? ¿Ha preguntado quizá al agradador de turno y le ha dicho de que eso de ganarle a Juanma en la Junta está chupado, y que la Alcaldía de Sevilla es tan de ellos, que el lema del NO8DO no es por lo de Alfonso el Sabio, sino por cómo la ciudad nunca abandonó al PSOE desde que con González, Guerra, Escuredo y Valle cabían en un taxi los renovadores del partido en Suresnes que estaban en el despacho laboralista de la calle entonces llamada Capitán Vigueras?

Me he tomado, como habrán visto, unos días para comentar este paso municipal de Espadas a Muñoz y tiro porque me toca. Todo el proceso de salida del aún alcalde Espadas se ha hecho siguiendo la teoría política de la soleá que le canta Marina Heredia a Curro Romero y que sale en la exitosa serie sobre el Faraón en Canal Sur: «Me dijo Curro una vez/qué difícil es/comer despacito/ cuando hay ganas de comer». El proceso ha seguido también lo dictado por Antonio Machado, poeta oficial del partido: «Despacito y buena letra/que el hacer las cosas bien/importa más que el hacerlas». Espadas quiere «salvar Andalucía», como si con Juanma estuviera al borde de la catástrofe. Y para ello han establecido un calendario a ritmo lento, sobre los pies, no «a paso mudá» como le hubiera gustado a algunos. Espadas se comerá el turrón en la Alcaldía y a Muñoz le deja las torrijas. Ya que renuncia el 7 de enero, podría aprovechar Espadas la trasera de la carroza del Rey Negro de la Cabalgata, y firmar la frase que en suele poner el Ateneo: «Gracias, Sevilla». Gracias, Sevilla, entre otras cosas por esperar le buscada lentitud del proceso de sustitución para la llegada del eficaz gestor Antonio Muñoz a la Alcaldía, que como si fuera a dar el Pregón de la Semana Santa, ya ha debido de ir a Ibáñez a hacerse el chaqué de reglamento para presidir la corporación municipal bajo mazas. Y con tiempo, porque su elección como alcalde no será, como muy pronto, hasta el 24 de enero.

—¿Pero a usted qué le parece el cambio de Espadas?

Parece que Muñoz tiene más perspectivas de triunfo electoral en la Alcaldía que Espadas en la Junta. Muñoz ha sido, junto con otro eficaz peón del alcalde, Juan Carlos Cabrera, la «cuadrilla del arte» que desde la sombra de hecho le ha llevado el Ayuntamiento a Espadas. Pero se les ha ido la mano en tanto tiempo de virtual sede vacante y de alcalde «in pectore», por decirlo en términos eclesiásticos. Tiene Muñoz sobre José Luis Sanz la ventaja que debe placearse menos, que es más conocido. No es lo mismo haberlo hecho bien como alcalde de un pueblo con alta renta per capita como Tomares que haber llevado la difícil gestión de este otro pueblo grande pero con tantas carencias y barrios abandonados como es Sevilla.