Aquí se fuma
Una vida a lo grande
Sí, «los porches y los ferraris también molan», pero no nos obsesionemos con el albornoz de Trump
![Álvaro Zancajo: Una vida a lo grande](https://s1.abcstatics.com/abc/sevilla/media/opinion/2021/11/23/s/alvaro-zancajo-k5fG--1064x800@abc.jpg)
En uno de los libros publicados por Donald Trump, el expresidente de EEUU explica una de las razones de su éxito empresarial y político: «Piensa a lo grande y vivirás a lo grande».
Leí su libro antes de convertirse en presidente y poco después de ... hospedarme en Las Vegas en uno de sus hoteles, el Trump Tower. Se trata de uno de los pocos que no tiene licencia de casino y, por tanto, uno de los más interesantes para pasar la noche. También por los albornoces de doble capa tupida y sedosa preparados para el huésped en los apartamentos de lujo con vistas al cielo que dividen geométricamente toda la estructura alzada de la torre dorada, coronada por las letras de su contundente apellido. En aquella apoteósica horterada vertical, Trump te hace sentir como un millonario. Como si quisiera expresamente que los alojados vivieran durante un par de días como lo hace él, por la misma cantidad que uno pagaría en cualquier hotel de cuatro estrellas mediocre de cualquier ciudad europea, para inculcar a los clientes esa máxima que él parece aplicar en todo lo referente a su vida profesional: piensa a lo grande y lo conseguirás. Superada la obsesión por aquel albornoz, que no conseguí encontrar en ninguna tienda corriente, descubrí en los cines una película que precisamente lleva por título el lema vital del magnate: ‘Una vida a lo grande’. La cinta, dirigida por Alexander Payne, aborda una temática muy de actualidad vinculada en parte a la famosa Agenda 2030: la presunta superpoblación mundial y el calentamiento global. En la película, una pareja se somete a un procedimiento quirúrgico revolucionario para reducir el tamaño de sus cuerpos hasta hacerse diminutos con la esperanza de disfrutar de una vida lujosa y con el falso pretexto añadido de combatir la extinción de recursos del planeta. Al ser más pequeños, se contamina menos, se necesita menos y un pequeño apartamento se convierte en una mansión. Tu dinero, a esa otra escala diminuta, se multiplica en proporción a la reducción de tu volumen corporal. Naturalmente el protagonista pronto descubre que ha cometido un inmenso error, pero ya es demasiado tarde para volver a su añorada y mal percibida vida mediocre. A menudo olvidamos que la vida humana por sí misma tiene un inmenso valor, que una vida provechosa solo se alcanza mediante el equilibrio y la armonía de todos los elementos que la pueden componer. En las últimas semanas he descubierto el canal de YouTube ‘Vida Potencial’. En él la doctora Isabel Belaustegui y su socio Jesús Sierra divulgan hábitos de vida saludables destinados a alargar nuestros días. A vivir más y mejor. Les recomiendo a esta pareja de estoicos que combaten científicamente muchos de los mitos que forman parte de la base sobre la que construimos nuestra existencia. Y sí, «los porches y los ferraris también molan», pero no nos obsesionemos con el albornoz de Trump.
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