AQUÍ SE FUMA
La unión de la derecha
En Andalucía se va a plantear lo mismo, la dependencia del PP hacia VOX, pero también la de VOX hacia el PP
![Álvaro Zancajo: La unión de la derecha](https://s3.abcstatics.com/abc/sevilla/media/opinion/2022/02/15/s/alvaro-zancajo-kfxB--1248x698@abc.jpg)
Hay gente muy cabreada con el PP, pero el PP no parece querer entenderlo. A pesar de los fichajes y la integración de naranjitos en las filas de Génova, el voto de Ciudadanos se ha ido a VOX. Los populares se tapan los oídos ante ... las repetidas evidencias que les siguen lanzando sus todavía posibles electores: cuanto más se metan con VOX, más los insulten, menos los nombren y los quieran tener en cuenta, más crecerá la formación de Abascal. En menos de tres años, VOX ha pasado de 40.000 votos a cuatro millones. Votos que vienen del PP y de Ciudadanos, cuyo caladero también estaba en buena parte en el PP. Castilla y León ha terminado de constatar que la opción naranja ha dejado de serlo. La derecha ha decidido votar al PP y a VOX o a VOX y al PP. Lo que quiere el votante de ambos partidos, que no es un votante fijo, es la unión y el entendimiento entre las dos formaciones para acabar con la izquierda de pánico que sufrimos en España.
El efecto Ayuso se produjo en Madrid porque la presidenta hizo el discurso de la unión de la derecha, no el de VOX, como se apunta desde Génova. Por eso no se ha logrado algo ni siquiera parecido en Castilla y León. Y por eso no ocurrirá tampoco en Andalucía. Ayuso abanderó el discurso de la unión contra la izquierda, salvando la economía de Madrid y convirtiéndose en ejemplo mundial durante la pandemia. Casado, que paradójicamente sí ganó las primarias a Soraya Sáenz de Santamaría con un discurso más próximo al de Abascal, persiste en el error desde que echó a Cayetana Álvarez de Toledo. El error de confrontar con VOX desde entonces y el error con Ayuso, contra la que ha emprendido una batalla personal del todo inexplicable, pues no hace más que degradar su liderazgo. Ninguno de los dos, ni Ayuso ni VOX, son el enemigo del PP, lo es Sánchez. De este modo, persistiendo en el error, Casado se limitó el domingo a celebrar la victoria de Mañueco con un tuit, en vez de salir a celebrar el fracaso de Franquenstein y darse un enérgico baño de masas desde el balcón de Génova junto a Ayuso. En su lugar salió Teodoro García Egea para no nombrar a VOX, porque «eso es lo que quiere Sánchez que no para de atacarnos», dijo.
En Andalucía se va a plantear lo mismo, la dependencia del PP hacia VOX, pero también la de VOX hacia el PP. Úsese este discurso en lugar del que les marca Sánchez, que sigue sonriendo a pesar de los malos resultados.
La izquierda ha pretendido ganar manipulando la opinión pública con Tezanos, pero su fracaso ha sido evidente. Si Gallardo acaba de llegar y «ya se le ha puesto cara de vicepresidente», qué cara no se le pondrá a Macarena Olona en Andalucía cuando Moreno convoque. La derecha está de celebración, entiéndase así.
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