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Javier Imbroda, lección de vida

Álvaro Ybarra Pacheco

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Hoy tocaba escribir del congreso de Sevilla que ha consagrado la alianza de Feijóo y Moreno para llevar al PP a la Moncloa, previa consolidación del Gobierno del cambio en San Telmo. O de la marcha de Bendodo a Madrid como hombre fuerte del partido. ... O tal vez del escaso peso que los dirigentes sevillanos tienen en el equipo del líder gallego, seguramente el político más capacitado para evitar el colapso de España. Pero lamentablemente se ha cruzado la trágica noticia de la muerte de Javier Imbroda. El consejero de Educación fue en su momento el mejor fichaje de Cs. A muchos sorprendió que un hombre de su trayectoria profesional, que había logrado tantos éxitos en el deporte y en la empresa, renunciara al disfrute de su patrimonio para entrar en política. Su primer reto fue abrir los colegios en el curso post covid en contra de la opinión de casi todos. Los abrió y demostró que se podía funcionar sin que se cumplieran los negros presagios de los apocalípticos profetas del desastre. Javier Imbroda trató de sacar de las aulas la ideología y luchó para que los alumnos estuvieran capacitados para afrontar los retos del mundo real que les aguardaba. La recuperación del estadio Olímpico y de otras tantas actividades deportivas vino de la mano de este hombre liberal y abierto que impregnó de humanidad las reuniones del consejo de gobierno. Su lucha contra la enfermedad hasta su último aliento le mantuvo al pie del cañón hasta el final. Descanse en paz un andaluz ejemplar que a todos nos ha conquistado con su lección de vida.

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