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tribuna abierta

La Natividad en el verso claro de Lope

El conocimiento del ser humano tiene principio y no puede regresar más allá del mismo

Santiago Araúz de Robles

La teología enseña -ilustra, más bien, sin ánimo coercitivo- que en el origen del cosmos y de su civilización, del hombre en suma como su rector temporal, está Dios. Un Dios con proyecto, también desde el origen, de ser el Verbo, la palabra que, como ... recuerda Tom Wolfe, es el distintivo del hombre. Dios para el hombre. Un extremismo inconcebible, un reto para el asombrado, desde siempre, ser humano. La ciencia no pudo, ni puede, «estar allí», no existía en el big bang, el momento «loco» de Dios, la sabiduría de Dios con y para el hombre. El conocimiento del ser humano tiene principio y no puede regresar más allá del mismo, en algún momento lo percibió Stephen Hawking al mismo tiempo que intuyó al «hacedor». Pero, sin embargo, tal verdad está al alcance del hombre­ niño, la dejó a su arbitrio el Dios de Belén.

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