SEVILLA AL DÍA
Porque te hemos parío
Ahora quieres volver a ser la de la blanquiverde, la del andalucismo de verdá. Te lo puedes ahorrar, te lo aseguro. Ya te conocemos
Conoceréis a las personas no por cómo son cuando se van, sino por cómo se comportan después de irse. La lealtad no es una cualidad verificable a través de las palabras, la fidelidad solo se comprueba en el terreno de los hechos y las acciones. ... La palabra, en singular, no se dice, se da. Y la custodian las personas a las que se les entrega. La palabra es el mayor patrimonio inmaterial que tiene quien la empeña. Y se revaloriza con cada situación en la que uno se mantiene firme en contextos adversos y ratifica con su comportamiento que lo prometido es deuda, que lo predicado es ley. Y se devalúa cuando se falla, en el momento en el que se traiciona la confianza y se antepone la comodidad y el bandazo al compromiso. Nadie pone las manos en el fuego por quien tiene las suyas ennegrecidas. Nadie puede creer en quien sustenta los pilares de su fe en los evangelios reversibles y cambiantes de un mesías falsario.
Conoceréis a las personas por cómo se despiden, solo sabréis cuánto de verdad había en su mirada, en sus lágrimas, cuando ya no estén, cuando toque podar a distancia el árbol del cariño. Sabréis si eran ciertos sus alardes y sus almibaradas comidas de oído cuando sin teneros que dar la cara, siga poniendo la suya para que se la partan por vosotros. Conocerás al amigo cuando delante de su nueva pandilla no permita que se hable mal de ti. Conocerás al amante cuando en vez de esconderte, saque pecho y presuma. Conocerás al traidor, al Judas, al careta, cuando sin la presión de tu presencia se sienta libre de practicar el tramposo juego de la amnesia afectiva.
Conoceréis a la gente por cómo vuelve a sus raíces. Y habrá para quien no haya pasado el tiempo porque se habrá dedicado a moldearlo todos los días. Y habrá, porque los hay, los que después de negaros, de pisotearos, de olvidaros, aparezcan un día pretendiendo poner todo patas arriba. Conoceréis a los sinvergüenzas por su pasmo a la hora de intentar tergiversar sus errores para convertirlos en aciertos. Venderán sus puñaladas como caricias y jurarán no haber cobrado las 30 monedas que hace tiempo se gastaron.
A ti, embustera, lo mejor es que te conocemos. Y ya sabemos lo que nos vas a contar. Ahora ya no eres la del Cupo y los arrumacos a Pujol. Claro. Ya no eres la de la defensa de la amnistía. Ahora quieres volver a ser la de la blanquiverde, la del andalucismo de verdá. Ya, y nos vas a contar, mientras gesticulas histriónicamente, que el otro no es tan moderado. Que has llevado nuestro acento por bandera y que la caverna machista te llama Marisú. La misma fachosfera que dices que se inventó lo de los ERE. Te lo puedes ahorrar, te lo aseguro. Te conocemos, principalmente porque te hemos parío.
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