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Puntadas sin hilo

La nueva emigración

El éxodo de los setenta producía lástima y la de ahora envidia, pero ambas descapitalizan a Andalucía

Manuel Contreras

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Pertenezco a una generación de andaluces que ha vivido a caballo entre dos ciclos migratorios, el de nuestros padres y el de nuestros hijos. Dos flujos radicalmente diferentes pero que plantean el mismo problema, la pérdida de activos laborales. Mano de obra que da lo ... mejor de sí fuera de su tierra. El factor que marca la diferencia entre un ciclo y otro es la formación. En los años cincuenta y sesenta los emigrantes no tenían más activo que sus manos y el sudor de su frente, mientras que ahora el currante que trabaja en el extranjero es mayoritariamente personal cualificado que habla varios idiomas y que busca un mejor horizonte profesional. Pese al abismo que separa ambos ciclos migratorios, el problema de origen es común: la incapacidad de Andalucía para retener a sus activos laborales.

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