Puntadas sin hilo
Enchufe divino
Podía haber emplazado a Francisco a orar por Feijóo, por ejemplo, a ver si coge de una vez la onda
Mi padre solía decir que hay que tener amigos hasta el infierno. Si es aconsejable manejar contactos en el purgatorio, en el cielo ni te cuento. Contactos de verdad, de los buenos, de los que saben tocar las teclas adecuadas para desatascar un problema. Algo ... así debió pensar el presidente de la Junta con la sequía, ese gravísimo asunto que a pesar de los adelantos tecnológicos sigue fuera de la mano de la ciencia. Si la lluvia depende de la divina providencia, hay que hablar con quien tiene hilo directo, debió pensar Juanma Moreno. Nada de mandos intermedios o gente del entorno, ese concepto indefinido que se cita tanto cuando se trata de pedir un favor:
—Habla con mengano, él se mueve en el entorno del consejero delegado...
No hay entorno que valga, Moreno fue directamente al meollo del asunto. Le pidió al Papa Francisco que rogase por la lluvia en Andalucía, y la cosa funcionó, vaya si funcionó. Qué exhibición de poder del Santo Padre. Siendo pejiguero, incluso se pudo ahorrar el último padrenuestro para que pudiera haber salido el Cachorro, pero no le vamos a poner pegas a su rogativa. La demostración de solvencia del Santo Padre ha sido para que los más ateos se removiesen incómodos en el sillón de su casa mientras veían caer chuzos de punta. No descarten incluso alguna conversión inesperada la próxima Semana Santa, tipo Teresa Rodríguez saliendo con cirio en alguna hermandad. De antifaz morado, claro.
La pena es que la audiencia papal no diese para un par de favorcitos más. Entiendo que uno no puede acudir al Vaticano con la carta de los reyes magos, pero vista la eficacia de Francisco y sus oraciones a lo mejor el presidente debía haber tenido ese puntito de jeta necesario para colar de rondón otro par de asuntillos, como ese amigo madrileño que te llama para pedir cobijo en tu caseta de Feria y cuando le has dicho que es bienvenido agrega «...pues si consigues un par de entradas para los toros, ya lo bordamos». Podía haber dejado caer como quien no quiere la cosa la necesidad de dar un empujoncito a las listas de espera sanitarias, de aliviar la deuda publica o de reducir el paro juvenil. Sin pasarse, porque dicen que Francisco es un argentino socarrón, y podría haberle respondido:
—¿Más vas a pedir, Juanma? ¡Si estás gobernando sin oposición en Andalucía y encima tienes a Pedro Sánchez que no para de hacer cosas que meten votos en tu buchaca!
Pero hay fórmulas para aprovechar el enchufe divino sin quedar mal. Por ejemplo, pedir favores para otros. Podía haber emplazado a Francisco a orar por Feijóo, por ejemplo, a ver si coge de una vez la onda. Otra opción es pedir por asuntos menos trascendentes, apelando a una misericordia banal. Qué sé yo, que el Betis vaya a Europa, por ejemplo. Aunque me apuntan que lo hizo y el Papa le replicó:
—Mira hijo, hazme caso que yo sé cómo funcionan los de arriba. Vamos a ir arreglando lo de la sequía y dejamos lo más difícil para lo último...
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete