Puntadas sin hilo
Fuera caretas
Bajo el liderazgo intelectual de Zapatero el PSOE ha elegido a sus compañeros de viaje: Otegui, Puigdemont y ahora Maduro
Hacía ya algún tiempo que había nacido Podemos al amparo de las movilizaciones del 15-M, Pablo Iglesias era el hombre de moda y su formación amenazaba con el 'sorpasso' al PSOE. Todo el mundo hablaba de esa nueva izquierda que no paraba de sumar ... adeptos gracias a su retórica contra los poderosos y los privilegios de la casta. Estábamos un grupo de amigos tomando una cerveza en un bar de Sevilla y comentábamos los cambios en el escenario político nacional cuando la camarera que nos atendía no pudo contenerse más.
–Perdonen que les interrumpa, pero soy venezolana. Permítanme decirles que yo conozco perfectamente lo que están hablando, porque ocurrió lo mismo en mi país. Los argumentos que utiliza Podemos son los mismos que usó Hugo Chávez tras el golpe de Estado. Son la misma gente, y en Venezuela ya sabemos cómo acaba esto, con un régimen de ladrones que coartan las libertades en nombre de la revolución. Mi país era próspero y también pensábamos que era imposible que pasase lo que luego pasó. Disculpen la intromisión.
Aquella joven había emigrado a Europa huyendo del populismo sátrapa y veía cómo el virus comunista le perseguía con empecinamiento. Durante estos años he recordado mucho a aquella joven camarera que anunciaba el apocalipsis. Pensé en ella cuando Pablo Iglesias comenzó su declive, e imaginé que respiraría tranquila cuando se hizo evidente que Podemos no superaría al PSOE ni sería nunca el referente de la izquierda. Craso error. El riesgo de una involución chavista es ahora mucho mayor, porque el PSOE se ha convertido en una versión 2.0 de aquel Podemos original. Sánchez está siguiendo punto por punto la hoja de ruta con la que Pablo Iglesias planeaba desmantelar el Estado de Derecho: alianza con los independentistas, blanqueo del terrorismo etarra, control del Poder Judicial, control de los medios de comunicación. Si miramos a Venezuela, el camino es fácil de predecir: una vez desactivadas las instituciones que velan por las garantías democráticas llega inevitablemente el saqueo sistemático de los fondos públicos, la oligarquía y el empobrecimiento del país.
El alineamiento, ya sin disimulo alguno, de Zapatero con Maduro en la campaña electoral venezolana es un punto de inflexión en la ubicación del PSOE en el escenario político internacional. El partido que concitó el apoyo de la socialdemocracia europea, el que mimaban Willy Brandt y Olof Palme, se ha echado en brazos del foro de Sao Paulo y las narcodictaduras sudamericanas. Bajo el liderazgo intelectual de Zapatero, los socialistas han elegido a sus compañeros de viaje: Otegui, Puigdemont y ahora Maduro. El PSOE venció a Podemos usurpando su identidad. Y la camarera que nos advirtió hace unos años del riesgo que corríamos debe estar empezando a buscar otro destino para seguir huyendo del totalitarismo comunista.
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