TRATOS Y CONTRATOS
Viaje presidencial a Pekín en clase turista
En la sociedad de la demagogia tuitera un político no puede ir en 'business' a una misión comercial
EL presidente de la Junta, acompañado de tres consejeros, encabeza una misión comercial en China con un grupo de empresarios y directivos andaluces que participan 'hombro con hombro' en diversas visitas a grandísimas compañías de este país. Lo hacen en el destino obligatorio: el gigante ... asiático lidera el desarrollo tecnológico e industrial en campos como la automoción y la energía, y sus corporaciones están planificando inversiones en el Norte de África y Europa para el despliegue de todos estos productos (como ha demostrado la firma china Envision con la construcción de una gigafactoría de baterías en Cáceres). En este periplo la comitiva político-económica de Juanma Moreno ha apadrinado la alianza de Cox-Abengoa con la multinacional Hygreen Energy, ha expuesto el potencial de Linares ante la asociación de fabricantes de automóviles, se ha reunido con los directivos de la aerolínea AirChina para negociar una conexión directa con Málaga o Sevilla, ha visitado los cuarteles generales de Huawei… Ha situado a Andalucía en el escaparate.
Una agenda apretada en la que se fragua un diálogo en dos direcciones. Los miembros del Gobierno andaluz contrastan ideas e impresiones con directivos de firmas como Ghenova, Inerco, H2B2 o Cunext Copper, cuya experiencia en la ejecución real de proyectos en todo el mundo les permite analizar con realismo el verdadero potencial de los planes que exponen las distintas corporaciones (no es oro todo lo que reluce). A su vez, el sector privado interioriza los tiempos y las limitaciones de la clase política a la hora de impulsar iniciativas y captar nuevos proyectos. Y en conjunto, se ofrece una imagen de clara sintonía entre administración pública y empresa, que es un factor determinante a la hora de seducir a inversores internacionales. ¡Chapeau!
Solo un episodio del 'tour asiático' carece de sentido: los vuelos del presidente y los tres consejeros se realizan en clase turista. Si fueran en 'business' cualquier viajero indiscreto podría tratar de fotografiarlos, difundir la imagen por redes sociales y activar una campaña de escarnio por el dispendio con el dinero de todos. Es inevitable, pero improductivo. Las largas horas de viaje son el momento de revisar mails, analizar documentos, responder mensajes… La información que manejan en tablets y ordenadores los miembros de un gobierno –e incluso las mismas conversaciones que mantienen entre ellos– requieren un mínimo de privacidad. Pero en la sociedad de la demagogia populista a golpe de tuit (fomentada por políticos de todos los colores) cuatro miembros de un gobierno autonómico deben viajar a Pekín en clase turista. Más allá de la simple anécdota, lo esencial es que ha existido la valentía de abordar sin tabúes un viaje de esta naturaleza con plena coordinación entre el sector público y el privado.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete