tratos y contratos
Sevilla 2029
Es la hora de diseñar algo nuevo y sorprendente para el centenario de la Exposición Iberoamericana
Tenemos que darle una vuelta a la conmemoración del centenario de la Exposición Iberoamericana antes de que sea demasiado tarde. Es la hora de pensar en cómo recoger su herencia (y su esencia) para galvanizar la ambición de la ciudad. Capitalizar el gran bagaje arquitectónico ... que legó aquella época para hacer algo nuevo y sorprendente que defina a Sevilla como una capital abierta y dinámica.
¿Qué se ha hecho hasta el momento? El Ayuntamiento de Sevilla ha nombrado como comisaria a la catedrática Amparo Graciani, una de las mayores conocedoras (y apasionadas) de la Exposición Iberoamericana, y le acompañan un consejo y una 'comisión especial' que de manera colegiada diseñan el programa de actividades (integrando a numerosas instituciones de la ciudad). Es un paso acertado, pero insuficiente. La alcaldía tiene que asumir un liderazgo directo y total en el diseño del 29 y dotarlo con un presupuesto suficiente como para atraer a empresas y expertos líderes en la concepción y organización de grandes eventos internacionales. Los plazos apremian: el actual mandato municipal finaliza en la primavera de 2027 y, para entonces, todo debería estar bien definido (e incluso iniciando su ejecución).
La Exposición Iberoamericana orientó el crecimiento urbanístico de Sevilla en las décadas posteriores y reivindicó el legado cultural de Andalucía en Iberoamérica, Estados Unidos y el Norte de África. Está bien mirar atrás, pero el 'nuevo 29' debe resituar a Sevilla en el centro del escenario reivindicando el papel que puede jugar ahora como polo de atracción de inversiones y talento.
Es la fecha perfecta para dotarnos de una estrategia: la ciudad, de hecho, está ya en proceso de cambio paulatino. A fines de 2026 se habrá transformado íntegramente la antigua fábrica de Altadis (cambiando la faz del río frente a la Avenida de las Delicias); en 2027 el nuevo Benito Villamarín será una realidad (y ya se estaría construyendo un nuevo Ramón Sánchez Pizjuán); antes del centenario también estaría listo el nuevo Distrito Urbano Portuario en la Avenida de Las Razas… E incluso funcionará el tramo norte de la nueva línea de Metro (y deberá estar avanzada ya su ampliación). El 'nuevo 29' debe acelerar todo y convertirse, a su vez, en la meta inexorable para tantas inversiones pendientes, como el cierre de la SE-40 o el impulso para la conectividad del aeropuerto con rutas trasatlánticas.
Si el centenario termina siendo un programa historicista centrado exclusivamente en la recreación de aquel acontecimiento se quedará a medias. Es una fecha mágica que puede dar coherencia al crecimiento de la ciudad y generar una ilusión colectiva que quizá se desvaneció con el fin de la otra Expo.
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