Tribuna Abierta
Sevilla será invadida esta noche
En las cartas de los niños sevillanos ha vuelto a triunfar este año, sospecho, la petición de que desembarquen las cajas de Playmobil en esta noche de reyes
Esta noche llegarán miles de invasores desde Zirndorf. Para que nos hagamos una idea de las magnitudes, Zirndorf tiene un número de habitantes similar a Tomares, algo más de veinticinco mil, y hasta se parecen las dos localidades en su escudo: rojo y verde. Pero ... están bien lejos una de otra: Zirndorf es una ciudad sita en la región administrativa de la Franconia Media, en Baviera. Desde allí llevan décadas enviando a nuestras ciudades ocupantes de de plástico de 7,5 centímetros de alto, con cabeza, brazos y piernas móviles. Llegan sobre todo las noches del 5 de enero, como la de hoy, y se concentran especialmente en la forma de bomberos y policías con vehículos de todo tipo, caballeros y damas medievales, dragones... La línea de juguetes Playmobil, nacida en los años 70 en una vieja fábrica alemana de plásticos, se diseña en su sede central en Zirndorf; en las cartas de los niños sevillanos ha vuelto a triunfar este año, sospecho, la petición de que desembarquen sus cajas en esta noche de reyes.
El barco pirata de esa marca, con sus cañones, espadas, barcas con remos y cofres de plástico coloreado era en mi infancia uno de los juguetes estrella. Los monarcas de oriente lo traían y la mañana del 6 de enero, sobre el asfalto de la calle o en la tierra del parterre de un bloque, aparecían los grumetes más chicos de Sevilla manejando sus barcos. Qué curiosa paradoja: desde el centro de Baviera, donde la referencia acuática más cercana está en los afluentes del Danubio y en los lagos de agua dulce, hemos importado barcos a la capital de la flota de Indias que fue Sevilla: las cartas de peticiones a los Reyes Magos mandan.
Los barcos que salían del puerto de Sevilla no tenían esos nombres temibles con que bautizábamos en nuestros juegos a los barcos piratas. Lo común era el uso de nombres de devociones marianas (Nuestra Señora de Begoña, Nuestra Señora de la Esperanza, Santa María de la Antigua...) y de advocaciones religiosas. Conocemos estos nombres y otros muchos por los registros de navíos que se custodian en el Archivo General de Indias
En sus expedientes, estos registros reflejan el papel que tuvo la Casa de la Contratación en el control fiscal del tráfico de las mercancías que iban y venían desde América a España pasando por Sevilla. Los expedientes incluyen datos de relevancia para el investigador actual: la medición del navío, la inspección primera del papeleo con las certificaciones necesarias, la lista de navegantes embarcados y el registro de mercancías, que es una especie de carta a los Reyes Magos a la inversa. Porque donde nuestros niños escriben pidiendo muñecas, aparatos electrónicos, disfraces o juegos de mesa, estos registros de navíos listaban lo que el barco llevaba o traía de las Indias, repletos de lo que allí se demandaba y se iba a disfrutar, regalos de alguna forma para quienes comerciarían con el contenido del barco a su llegada.
Por ejemplo, un navío con nombre navideño, el Nuestra Señora de Belén, bajo el gobierno del maestre Andrés de Armas, salió en 1609 desde el Guadalquivir con dirección a lo que entonces aún se llamaba San Cristóbal de La Habana, hoy solo La Habana. En su documentación se registra una carga que incluye, entre otros, fardos de ruan y cañamazo, una pieza de tela acolchada, varias de lana, docenas de chapines que pisarían suelo americano, una almohada labrada de hilo, pólvora muy bien contabilizada, dos docenas y media de sombreros, diez pares de medias, papel...
En esta víspera de la noche de reyes, podríamos evocar también al galeón 'Los Tres Reyes Magos', que salió de Sevilla en 1557 destino a Honduras o al filibote (un velero de carga, de cubierta estrecha y mástil alto) de 90 toneladas 'Los Tres Reyes Magos' que cargó esclavos en Angola en 1621 y fue registrado en Sevilla antes de partir con destino a la Nueva España; podríamos recordar el navío 'Los Santos Tres Reyes Magos', salido de Lisboa, documentado también en Sevilla. Todos ellos, despojados de los desmanes y desgracias que a veces transportaban, han inspirado los barcos de juguete que atracarán esta madrugada en los sofás y las mesas de las casas sevillanas con niños.
Nuestros verdaderos capitanes, los reyes de nuestras casas, ignoran de momento que Sevilla ya no es Puerto de Indias, que los barcos que llegan ahora al Guadalquivir son cruceros llenos de turistas que vienen a pasar el día y que muchos sevillanos piden en sus cartas a los Reyes Magos trabajar y salir dignamente a flote en este año que empieza.