No ni Ná
El cuentismo
Aquí, el PSOE de Espadas está enfrascado en convencernos de que la Junta está hundiendo la sanidad pública
Del PSOE de Suresnes con Felipe y aquel «hay que ser socialista antes que marxista» hemos llegado al PSOE de Sánchez: hay que ser cuentista antes que socialista. En ese enunciado parece estar toda la estrategia del partido. Sánchez, con sus cambios de opinión, sus ... huidas adelante, su osadía y su ambición por sobrevivir en política sostenido por lo peor de cada casa, ha embarcado al partido en un rumbo ciego: negar la evidencia, armar un relato a pesar de que sea inverosímil e insistir en el mismo hasta cansar.
Mientras, ocurren cosas inquietantes. Como ese papel que está asumiendo el Tribunal Constitucional al revisar sentencias del Supremo más allá de su ámbito competencial. El TC no es un VAR judicial, pero con Conde Pumpido parece el VAR del Real Madrid-Almería con su 'high behind' en 'on filed review'... Y, encima, la ministra Ribera gritando desde el palco, «árbitro comprado, pito regalado», al juez García-Castellón...
En el cuentismo oficial nada de esto está pasando. Sánchez está llamado a «salvar la democracia» no a pervertirla. El cuentismo es su religión. Salvo algún agnóstico, como García-Page, sus correligionarios lo profesan con tanto fervor como inquebrantable fe en todo el orbe.
Aquí, el PSOE de Espadas está enfrascado en convencernos de que la Junta está hundiendo la sanidad pública andaluza, mientras las cifras prueban que en los últimos cinco años el Gobierno andaluz la ha sacado de la cola de inversión por habitante en la que estuvo sumida durante las décadas de gobiernos socialistas. El relato huye de los datos irrefutables y el cuentismo llega por capilaridad a todos los ámbitos. Así, sostiene que Moreno ejerce la «censura franquista» a los carnavales de Cádiz, aunque Canal Sur nos ponga hasta en la sopa un concurso que sin duda tuvo tiempos y audiencias mucho mejores y ahora todo se vea por internet. Pero insisten en el mensaje para que cale en la legión de los que no se hacen preguntas, a los que se les puede convencer de que el CIS de Tezanos es la Biblia y el Barómetro andaluz un engaño.
Y así se llega a lo grotesco. A la alcaldesa de Úbeda defendiendo a su concejal, famoso por manejar las urnas de los sorteos del mercado que siempre gana la madre de otra edil socialista. Y que, no contenta, amenaza con querellarse contra los que duden de la mano inocente del edil. Eso sí que es tener confianza en Conde Pumpido. El colmo del relato frente al vídeo prueba que el socialismo sin pudor es cuentismo.
Con tanto relato por inventar, el PSOE de Espadas no tiene tiempo para criticar cosas que pasan, como ese clarinetista sevillano al que han echado de la Banda Municipal de Barcelona por no tener el C1 en catalán. ¿Cuántos jugadores del F.C. Barcelona tienen el C1? Al cuentismo le sienta mal la información y el sentido común.
Posdata: Conste mi solidaridad con el clarinetista, los jueces del Supremo y la Unión Deportiva Almería.
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