tribuna abierta
El biometano como palanca clave para el desarrollo andaluz
Entre las ventajas del biometano destacan sus características equivalentes al gas natural convencional, lo que le permite integrarse de manera eficiente en el sistema energético actual

El biometano es una de las energías renovables más prometedoras y se presenta como una solución clave para acelerar la transición energética hacia un modelo sostenible, seguro y competitivo. La transición energética requiere de soluciones que permitan avanzar hacia un modelo más limpio y competitivo. ... En este contexto, Andalucía se posiciona como una región con un enorme potencial para liderar el desarrollo del biometano, una fuente de energía renovable producida a partir de residuos orgánicos, con la capacidad de transformar el panorama energético y socioeconómico de esta comunidad autónoma.
La reciente constitución de la Alianza Andaluza del Biogás (A2BIO) marca un hito en el desarrollo de las energías renovables en España. Esta iniciativa, promovida por una administración pública, es la primera de este tipo en el país y representa un modelo de colaboración público-privada para impulsar la transición energética y la economía circular en Andalucía. Con más de 90 entidades adheridas, entre las que se encuentra Sedigas, A2BIO se ha constituido con el objetivo de definir una hoja de ruta que permita un desarrollo eficiente y ordenado del biogás en la región.
Con una superficie de más de 1.500.000 hectáreas dedicadas al cultivo del olivar, Andalucía es una de las mayores productoras de aceite de oliva a nivel mundial. Este liderazgo genera grandes cantidades de subproductos agroindustriales, como el alperujo, que tradicionalmente han planteado retos significativos para su adecuada gestión. Sin embargo, estos subproductos se presentan hoy como una materia prima valiosa para la producción de biometano, contribuyendo de manera decisiva al desarrollo de una verdadera economía circular.
Según el estudio de potencial de producción de biometano en España de Sedigas, Andalucía podría albergar hasta 334 plantas de biometano, generando un total de 24 TWh anuales. Este volumen no solo cubriría aproximadamente el 50% de la demanda actual de gas natural en la comunidad, sino que permitiría evitar hasta 34 millones de toneladas anuales de emisiones de CO2, equivalentes al impacto de retirar de la circulación más de 6 millones de turismos de las carreteras andaluzas. La implementación de estas plantas conllevaría una inversión estimada de 5.500 millones de euros y crearía más de 8.000 empleos directos e indirectos durante las fases de operación y mantenimiento. Además, la construcción inicial de las instalaciones generaría otros 71.000 empleos adicionales.
Entre las ventajas del biometano destacan sus características equivalentes al gas natural convencional, lo que le permite integrarse de manera eficiente en el sistema energético actual. A diferencia de otras fuentes renovables, el biometano no requiere de inversiones sustanciales en nuevas infraestructuras, ya que puede utilizar las redes gasistas existentes. Esto facilita una transición energética más asequible y acelera su despliegue a gran escala.
El crecimiento del sector del biometano debe sustentarse en un diálogo abierto con la sociedad, asegurando que su despliegue se realice con la máxima transparencia y compromiso con el entorno. En este sentido, Sedigas y sus asociados han definido un decálogo de compromisos para garantizar el desarrollo responsable de estas infraestructuras, priorizando el respeto al medio ambiente, la seguridad y el beneficio social.
Estos principios incluyen el fomento de la información accesible y veraz para las comunidades locales, la evaluación rigurosa de los impactos ambientales y la promoción de un modelo de gobernanza participativa. Este enfoque refuerza la licencia social del sector, asegurando que las plantas de biometano sean percibidas como una oportunidad de desarrollo sostenible y no como una imposición externa.
La colaboración público-privada será también clave para otorgar al biometano el impulso necesario. Las administraciones públicas deben facilitar el acceso a financiación y fomentar incentivos que impulsen la inversión en este sector. Por su parte, el sector privado tiene la oportunidad de liderar el desarrollo tecnológico y operativo de las plantas de biometano, posicionando a Andalucía como un referente nacional e internacional.
Desde Sedigas reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo del biometano como motor del cambio en Andalucía y España. Es el momento de unir fuerzas: necesitamos políticas públicas ambiciosas, incentivos claros y la colaboración de todos los sectores para consolidar este modelo de futuro.
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