Miente, que algo queda

No les sonroja lo más mínimo soltar, con la altanería que da esa tribuna, cualquier sentencia con la convicción de que a los suyos los tienen en el bolsillo sin cuestionar una coma del discurso. La última muestra de esta epidemia política la ha dado uno de los congresistas sevillanos. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, 'Alfonsito' para los amigos, es vicepresidente primero del Congreso. Ahí es nada. Un cargo demasiado grande para quien no respeta la institución, eso sí, cumple con la premisa del líder de atacar al sistema judicial por 'fachista'. Al fin y al cabo es lo que importa, salvar al soldado Sánchez.

«Existe una endogamia en el acceso a la Judicatura, y el día que haya más jueces hijos de obreros que hijos de magistrados habrá vencido la Democracia». Y se rompieron las palmas los de su bancada. Orgulloso de su intervención compartió en las redes sociales sus palabras para vacilar ante los suyos. Le faltó poner: «Mira, Pedro, lo que he dicho hoy, más barro para el 'lawfare'. ¿Lo he hecho bien?». Quizás se lo envió por WhastApp.

Pero la red social X, que no es tan tonta como la pintan, automáticamente adjuntó a este tuit un enlace de las estadísticas publicadas en la web del Consejo General del Poder Judicial (organismo en la ruta de conquista del Sanchismo). Eran datos de febrero de 2014 de la Escuela Judicial. Sólo el 5,94 por ciento de los jueces de nuevo ingreso tienen un familiar juez. Desde 1991 este porcentaje varía poco, pero ya sabemos el aforismo de Ferraz de que un dato objetivo no te estropee un discurso.

Los políticos toman a la ciudadanía por boba. Y Gómez de Celis ha querido sacar provecho. El PSOE, o lo que queda del PSOE, parte del axioma de que todo hijo de obrero es votante suyo y, por ende, si todo hijo de obrero asalta las instituciones, el resultado es que el Sanchismo controla las esferas de poder. Una evidencia más de lo poco que pisan la calle. No se asusten, no descubro nada nuevo. Lo siguiente, y no tardará en llegar, es plantear que España estará en una verdadera democracia cuando sólo voten los hijos de obreros.