Sevilla al Día
El dedo del Bronx
La noticia hubiera sido que el alcalde promete que antes de 2027 no habrá chabolas, pero se quiso marcar la vacilada de los expertos
Intentar conjugar en un mismo enunciado el poblado chabolista del Vacie y el barrio neoyorquino del Bronx nunca puede salir bien. Alguien debió advertírselo ayer al alcalde porque desde luego el mensaje estelar que pretendía Sanz lanzar anunciando que especialistas internacionales en recuperación de barrios ... degradados, con experiencias en el gueto de la Gran Manzana, trabajarían en la recuperación del Polígono Sur quedó estrellado. Le salió el tiro por la culata y a media mañana todo eran bromas y nadie quería hacerse una idea de la llegada de los expertos del Bronx a las chabolas del Vacie.
El lío que se hizo el alcalde en su discurso fue aprovechado por la oposición para atizarle con un problema social que bien sabe Muñoz y los suyos que trasciende de las manos del gobierno municipal o de un mandato en la Plaza Nueva. Ni uno de los que se han sentado en el sillón de regidor ha atajado el problema ni ha cortado esas malas hierbas, porque a estas alturas ya podemos dejar a un lado el buenismo político y asumir que aquel foco esconde drogas, delincuencia y absentismo, cuanto menos. Unos alcaldes han acelerado el proceso de desmantelamiento y otros han mirado para otro lado sabedores de que esa batalla estaba perdida desde el primer día que agarraron el bastón de mando.
Algo parecido ocurre con las Tres Mil. Porque el otro núcleo chabolista que Sanz quiere erradicar en sus años de gobierno es el Reina de los Ángeles, que subsiste junto a las dependencias del Comisionado del Polígono Sur, ante los ojos de los que mandan en este barrio, y así día tras día. La última radiografía pública que se conoce del Vacie la hizo el Ayuntamiento la pasada primavera: 180 personas pertenecientes a 32 familias seguían allí residiendo, porque usar el verbo vivir para referirse a esas condiciones habitacionales es pasarse de frenada.
A Sanz le pasó ayer como al sabio, entiéndase la comparación, que señaló la luna con el dedo y el dedo se convirtió en el objeto de atracción de los necios, en lugar del problema que arrastra la capital y que se enquista en los lodos del subdesarrollismo. El pretencioso mensaje del Bronx como solución para el Polígono Sur o para El Vacie, es lo de menos, no funcionó. La noticia hubiera sido que promete que antes de 2027 no habrá chabolas, pero se quiso marcar la vacilada de los expertos. Al final el trabajo de desmantelamiento y realojo con las familias autóctonas lo tendrán que hacer los técnicos que conocen este paño, el que llevan tejiendo desde hace años para remendar los agujeros que tiene el plan, porque después vendrá soportar el buenismo social de los que defienden una mejor vida para esas familias pero a ser posible que no se conviertan en sus futuros vecinos.
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