Sevilla al Día
El buen presidente
Mientras Sánchez quiere que la sociedad valenciana pida ayuda, la española le demuestra que sabe ofrecer salvavidas a sus vecinos sin más requisitos
En la esquina del escritorio juvenil aún coge polvo aquel globo azul, regalo de Primera Comunión, que pronto pasó a ser pieza de anticuario. En mi mapamundi ya sobran países y otros ocuparon el sitio de los desaparecidos. Aunque girando y girando ese balón sin ... función hay ciertos lugares que siguen en el mismo punto geográfico. Uno de ellos es la Comunidad Valenciana.
Al escuchar hablar al compungido presidente del Gobierno en sus comparecencias tras la tragedia nacional que ha dejado la DANA pareciera que Valencia se ha convertido en nuevo estado del Mediterráneo, por no situarlo en el Centro de África. En un afán por intentar quitarse el barro de encima, Pedro Sánchez, el pasado sábado, vino a decir que si Valencia necesitaba ayuda que la pidiera. Absténganse los ofendidos, que ya se sabe que sus palabras fueron «si necesita más recursos, que los pida». Y lo hizo hasta tres veces en el mismo tenor. Martillea en la cabeza pensar que una región española desbordada, literal y metafóricamente, tenga que lanzar un SOS al Gobierno del país. Así lo piensa hasta Felipe González. Mientras Sánchez quiere que la sociedad valenciana pida ayuda, la sociedad española le ha demostrado al presidente que saben ofrecer salvavidas a sus vecinos sin más requisitos, sin necesidad de que lancen bengalas al cielo.
Las palabras del presidente huelen, y no poco, a escurrir el bulto, rozando la dejación de funciones, por un motivo oculto cuya dificultad para destapar es mínima. El dardo de la Administración central en la diana de la responsabilidad de la gestión del día después de la DANA tira al gobierno autonómico de Carlos Mazón, cuya capacidad ha quedado en entredicho. No ocurriría lo mismo si la tormenta perfecta hubiera descargado más arriba en el mapa de la península.
El presidente de una Nación como la española no puede, jamás, mirar para otro lado ante una catástrofe de dimensiones desconocidas para muchas generaciones. El presidente de una Nación como la española, desde la hora en la que el terror inunda la vida de muchos ciudadanos, tiene que pulsar el botón que active todos los medios porque sobre él pende la gestión del Ejército, la Guardia Civil, la Policía Nacional... A ver si sólo le va a interesar mandar, más bien manosear, en la Fiscalía. En su estrategia, digna de Kevin Spacey en ‘House of Cards’, está escrito salir limpio. No se va a manchar de barro, como le demostró al mismísimo Rey, al que usó como escudero para pisar Paiporta y sobre el que ahora Sánchez y su cohorte, incluida la mediática, deslizan que fue un error de la Casa Real la visita a ,a zona cero.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete