Hazte premium Hazte premium

Sevilla al día

Estreno de ausencia

Hoy nos falta el recuadro donde se escribía Sevilla. Estrenamos las manos que tocan esta sopa de letras ahora huérfana de tinta

Javier Macías

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hoy acaba la espera pero empieza la nueva. Es la inflexión del ciclo sentimental inapelable del sevillano, que vive en permanente nostalgia del tiempo, como escribió Montesinos, «sentaíto en la escalera /esperando el porvenir / y el porvenir nunca llega». Hoy todo está en su sitio: ... las manecillas del reloj detenidas, el sol añorado, la túnica planchada, la papeleta, los zapatos nuevos de la niña, los nervios y el escalofrío, las flores puestas y las que se desprenden de los naranjos, el olor, los abrazos, las puertas abiertas, los tramos en las columnas del templo, el lacito en la solapa y la pegatina de la Cruz de Malta, la palma en tu balcón, el beso de despedida y un mensaje de «buena estación». Hoy Sevilla inaugura el renacimiento, porque la vida es una semana y hoy todo es nuevo. Estrena la rampa por donde la ciudad alumbra su infancia vestida de pureza. Hoy la ciudad dará a luz la piedra arañada de la ojiva, los ojos del puente y el tacto de cal de Caballerizas; el sol en la sien de la Amargura, el arcoiris del Parque, el compás en Molviedro, el pan de la Última Cena y de nuevo esa misma rampa, alegoría de nuestra existencia y ocaso de ruan. Este día del orgullo por el origen y el espacio que nos pertenece, el de la filiación, es cuando el sevillano dice «yo soy» porque, al contrario que el fandango de Paco Toronjo, sí ha tenido quien le diga «tú eres».

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación