Sevilla al día
Ciudad de telefilm
Hoy, que vivimos una nueva transición hacia la posverdad, ABC recupera el espíritu de los setenta con la mirada puesta en la modernidad
En este mismo recuadro de la sección de Local del periódico de Sevilla empezó a escribirse en 1929 la vida de la ciudad, como una película en blanco y negro que narraba su paso a la modernidad desde la vidriera y el balcón del tiempo ... de ABC. Esa columna en cursivas, de sumarios floreados y escrita por redactores de la Casa con pseudónimos, pasó a ser de color y tomó forma de artículo sobre las cosas de la calle en plena Transición, primero con firmas como Juan Luis Manfredi o Antonio Colón. Así, hasta que el director Nicolás Salas le entregó el espacio a Manuel Ferrand, que acabó formando el tridente de gala del periodismo sevillano junto a Joaquín Caro Romero y Antonio Burgos. Hoy, en los albores del centenario de estas páginas que son el primer borrador de la historia de la Híspalis contemporánea, se recupera el 'Sevilla al día' como símbolo de una vuelta al pasado que no deja de ser un regreso al futuro. Porque así nació este pequeño habitáculo de papel que servía de crónica de la actualidad de la ciudad, de lo trascendente y de lo cotidiano.
Burgos tituló 'Ciudad de telefilm' su primer recuadro de 'Sevilla al día' un 2 de julio de 1977, que acabó convirtiendo en el espejo diario donde se miró la ciudad y donde dejó escritas las memorias de su vieja dama que ahora hemos recibido como herencia quienes crecimos leyéndole y quienes aprendimos a amar a Sevilla a través de su firma. Y hoy, que vivimos una nueva transición hacia la posverdad de una sociedad que se alimenta de las polémicas, ABC se retrotrae al espíritu de los setenta para (con mucha mayor torpeza) mantener aquel legado con la vista puesta en el porvenir.
«No nos damos cuenta de que estamos empezando a vivir en una ciudad de telefilm, más peligrosa cada vez, más arriesgada». Casi medio siglo después, aquella sentencia que dejó escrita Burgos en su estreno sigue de actualidad. Salirse del carril establecido en un tiempo en el que se ha impuesto por decreto el manual ideológico del buen ciudadano parece temerario ofrecer una opinión transgresora. Cuántos no hemos echado de menos el Recuadro el día después del cartel. Dice Emilio Vara, filósofo que escribe en tiza, que «han esperado a que se vaya -a los cielos que perdimos- el maestro para sacar un cartel de toros decente»... a lo que habría que añadirle «justo el año en que el de la Semana Santa ha pegado el petardo del siglo».
Pero aquí, mientras en las cadenas nacionales hacen uso de la controversia para ofrecer una imagen estereotipada de Sevilla, pasamos página porque lo importante es la luz que anuncia ya la verdad de esta ciudad de telefilm.
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