SIN ACRITUD
Rearmar a ETA
El fantasma del fascismo que tanto azuza Sánchez no ha llegado por la derecha, sino de la mano de Bildu
Si en los años 90, ya pasada la Transición, España hubiese estado gobernada por alguien de la exigua talla política de Pedro Sánchez, hoy las provincias vascongadas serían un país independiente. Euskalerria Independentea. O algo así. Álava, Guipúzcoa y Vizcaya jugando su propia Liga de ... equipos vascos. Probablemente las catalanas también. Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona separadas del territorio español por un muro. O una valla con concertinas. Vaya usted a saber. Nuestra península ibérica estaría inundada de fronteras. Afortunadamente no es así. Y no lo es porque esa Transición que tanto costó construir forjó líderes políticos con los arrestos suficientes para enfrentarse a todo aquel que pusiera en peligro la libertad, hurtada durante tantas décadas. Adolfo Suárez se enfrentó incluso físicamente a Tejero en aquel 28F. Y Felipe González y Aznar no se achicaron en ningún momento frente a los terribles actos terroristas de ETA, poniendo en peligro sus propias vidas. Varias generaciones crecimos en el convencimiento de que con los criminales no se negociaba. Bajo ningún concepto. En ninguna circunstancia. Mucho menos bajo el chantaje, la amenaza y los tiros en la nuca. Por esa idea murieron cientos de personas asesinadas por Txapote y sus compinches. Muchos de ellos políticos socialistas. Por eso es inexplicable lo que está ocurriendo hoy. Sólo mirando a través del cristal de la inmoralidad más apabullante se puede explicar que el sanchismo esté perpetrando tanto desvarío con el único fin de mantenerse en el poder.
Hace ya demasiado tiempo que nos hemos resignado a esta bajeza del presidente del Gobierno. A que no pase nada. A que un escándalo tape a otro en cuestión de días. Sin embargo, la próxima excarcelación de los más sanguinarios asesinos de ETA, sin que hayan mostrado arrepentimiento, abre una incógnita mucho más que inquietante. ¿Qué garantías tenemos los españoles de que estos terroristas confesos no van a volver a organizarse? Pueden hacerlo perfectamente, incorporando además a jóvenes radicalizados, que los hay a montones en esta España polarizada. Nunca, jamás, han renunciado a sus ideales de independencia del País Vasco. Ni han pedido perdón por sus terribles asesinatos. En el pasado no lograron sus fines porque entonces gobernaban políticos con un mínimo de dignidad. Pero hoy ostenta el poder un hombre que ha dado sobradas muestras de ceder a todo tipo de chantajes simplemente por un puñado de votos. Qué no haría en un contexto como el de los peores años de la banda terrorista, con atentados casi diarios. Si ETA se rearmara y volviera a matar, si secuestrara a inocentes, tendría muchas posibilidades de que sus reivindicaciones fueran atendidas. Ese es un gran riesgo que corremos. Ese es el peligro en el que nos pone a todos quien logró el poder gracias a su ausencia de una mínima moral y a base de mentiras, como la de azuzar el fantasma del fascismo. Un fascismo que no ha llegado precisamente por la derecha, sino de la mano de sus socios totalitarios, nacionalistas y cómplices de asesinos. De la mano de Bildu.
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