COMENTARIOS REALES
Europeas plebiscitarias
Las europeas de junio reflejarán la verdadera fortaleza de nuestros grandes partidos políticos: porque no está en juego ningún poder territorial
La tiranía de la inmediatez ha agudizado la estrechez de nuestras miras, pues en lugar de pensar a medio y largo plazo, nuestros políticos apenas se concentran en cavilar qué harán al día siguiente. Así, hemos pasado de proyectar los resultados de las últimas elecciones ... gallegas a regodearnos en la amnistía, el «Koldogate», la guerra sucia contra Ayuso y así seguiremos, corriendo detrás de las sucesivas zanahorias que nos pongan por delante, sin reparar en que las elecciones europeas de junio serán el verdadero plebiscito del futuro del sanchismo.
Escribo sanchismo y no socialismo, pues no los considero equivalentes y porque homologarlos fortalecería todavía más a la sanchosfera. ¿De qué sirve hablar del silencio dentro del PSOE si luego damos por hecho que todos toleran la corrupción? Jordi Sevilla acaba de publicar 'Manifiesto por una democracia radical' (Planeta) y sospecho que Eduardo Madina y Susana Díaz, Elena Valenciano y Emiliano García-Page, suscribirían más de un capítulo del libro del exministro. Ninguno de ellos se convertirá en votante del PP, pero podrían liderar la alternativa contra el sanchismo dentro del PSOE.
Las recientes elecciones gallegas certificaron la defunción regional del sanchismo, empeñado en sacrificar poder territorial a cambio de sostener su legislatura. No obstante, las inminentes elecciones vascas y catalanas debilitarán aún más la influencia regional del socialismo, porque Sánchez todavía tiene que decidir si apoyará a Bildu o al PNV y a Junts o a ERC, y eso reducirá al PSOE a comparsa autonómica de los partidos separatistas. Por eso las europeas de junio reflejarán la verdadera fortaleza de nuestros grandes partidos políticos: porque no está en juego ningún poder territorial y porque Europa será el escenario decisivo para impugnar o consolidar todo lo que el sanchismo ha impuesto en España a golpe de decretos. ¿Alguien tendrá la lucidez necesaria y suficiente como para advertir la trascendencia de las elecciones europeas? Me temo que no, porque darle al ventilador es la principal obsesión de nuestros políticos.
La invasión de Ucrania, la situación de Palestina, las amenazas de Putin, la carcoma del narcotráfico y la inquietante posibilidad de un segundo gobierno de Trump, deberían instar a nuestros grandes partidos a enviar a las europeas lo mejor de cada casa, en lugar de utilizar el europarlamento como una jubilación dorada. Pienso en los agricultores que se encuentran en pie de guerra por toda Europa y protestando contra gobiernos de todos los colores: ¿exigen lo mismo los agricultores de Francia, España, Italia y Alemania? No; aunque todos son víctimas de la misma ignorancia e incomprensión del mundo urbano sobre la realidad rural y campesina.
El futuro de España no se jugará ni en las autonómicas vascas ni en las catalanas, sino en unas elecciones europeas donde la movilización debería ser abrumadora, pues no es igual hacer campañas que hacer pedagogía.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete