Tribuna Abierta
Colesterol Lp(a) y colesterol LDL
La lucha contra esta enfermedad debe ser constante y a diario ya que cada cuatro minutos muere una persona en España por una causa cardiovascular

Ya hablamos en esta misma página que existía un colesterol más dañino y poco conocido que es el llamado colesterol Lp(a). Se trata de una lipoproteína que se produce en el hígado y se encuentra en el plasma sanguíneo. Tiene la característica de que ... el nivel de Lp(a) que se encuentra en la sangre de una persona está determinado genéticamente, no cambia a lo largo de la vida, difiere entre individuos, puede variar ampliamente y generalmente no se ven afectados por el estilo de vida o el medio ambiente. Esto significa que, a diferencia de otros factores de riesgo cardíacos, la Lp(a) no se puede modificar por la dieta o el ejercicio. Los fármacos comúnmente utilizados para reducir los niveles de colesterol, como las estatinas, tienen poco efecto sobre la Lp(a), aunque los de última generación, como los inhibidores PCSK9, parecen tener más efecto.
Esta lipoproteína aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular principalmente por dos mecanismos diferentes, por un lado, causa aterosclerosis es decir, el estrechamiento de las arterias por placas de ateroma y, por otro lado, produce obstrucción de las arterias mediante coágulos. Por lo tanto, está perfectamente definida la asociación de niveles elevados de Lp(a) con el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Las LDL son otro tipo de lipoproteínas encargadas entre otras cosas de llevar el colesterol a las células, siendo el hígado el responsable de su eliminación mediante unos «receptores hepáticos». Cuando existe un exceso de colesterol estos receptores no pueden eliminarlos y el colesterol que traen las LDL se deposita en las paredes de las arterias formando también placas de ateroma que poco a poco van obstruyendo las arterias.
Lo que hasta ahora no se había comparado es cuál de las dos lipoproteínas es más aterogénica, si el clásico colesterol LDL o en nuevo colesterol Lp(a). Para ello se diseñó un estudio en la población del UK Biobank concluyendo que la aterogenidad de las partículas Lp(a) es aproximadamente seis veces mayor que las partículas LDL debido principalmente a poder antifibrinolítico de la apo (a), a la mayor capacidad inflamatoria por las proteínas proinflamatorias y al hecho de ser más pequeña y densa que la molécula de LDL por lo que pasaría con más facilidad al espacio subendotelial.
No cabe duda de que en un tiempo más o menos cercano aparecerán fármacos que puedan reducir significativamente de una forma segura las concentraciones de la Lp(a) y que esa reducción se verá reflejada en una disminución significativa del riesgo cardiovascular.
Pero mientras eso ocurre, no debemos de olvidar que, aunque la Lp(a) sea más agresiva que las LDL, estas últimas se encuentran en una mayor concentración y por lo tanto tendrán una gran responsabilidad en aumentar el riesgo cardiovascular y lo importante de esto es que para reducir esas LDL sí que tenemos una gran cantidad de fármacos eficaces.
La lucha contra esta enfermedad debe ser constante y a diario ya que cada cuatro minutos muere una persona en España por una causa cardiovascular, es como si cada año nos enfrentáramos a una Covid ya que fallecen 120.000 personas. La concienciación a los ciudadanos es primordial. Si no somos conscientes de que tenemos que tener hábitos cardiosaludables difícilmente los podremos cambiar y las instituciones también deben involucrarse más porque mientras la DGT por ejemplo, invierte 30 millones en campañas al año para concienciar a conductores, para salud cardiovascular solo hay 100.000 euros.
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