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pásalo

Los silencios de Munigua

¿Fue un centro de peregrinación a su monumental templo dedicado a Fortuna y Hércules?

Félix Machuca

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SI Baelo Claudia tiene la panorámica imponente de lo que es una ciudad que se descubre desde el mar y desde el mar se la admira, Munigua, en Villanueva del Río y Minas, posee la magia de las apariciones urbanas en el bosque, un repentino ... clamor de piedra en mitad de la selva y, quizás, afligido en su tiempo por las travesuras de faunos y silenos . Ambas ciudades béticas, por el paisaje que las envuelven y los misterios que aún guardan, nos fascinan y son capaces de condenar al silencio de la admiración al acompañante más loro que nos toque en suerte. En Baelo te hablan las olas de un mar turquesa que se asocia con sus vecinos para hacer llegar hasta Roma su garum, la salsa más preciada por los aristócratas. En Munigua, en cambio, los silencios del bosque donde se proclama, nos impiden saber más sobre un pasado tan desconocido como estimulante. Fue ciudad minera o vinculada estrechamente con la minería. Esa certeza es de cajón. Pero desconocemos las razones de su trazado urbanístico, tan ajeno a la norma oficial, nos abismamos en el asombro de un colosal templo planteado en terrazas y que por la rotundidad de su edificación lleva la clave genética con la que Roma se ufanaba de asentarse, con dos pares, en sus territorios.

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