pásalo
Así pasan los días
Le es más útil que Santos Cerdá o Puigdemont. Es un franquista convencido
DE la memoria vintage de los boleros se escapa el estribillo de Los Panchos cada vez que pienso en la magna que el señor Sánchez le va a dedicar a Franco. Qué hartura, pare cura. Está peor que Fidel con los americanos y el bloqueo. ¿ ... Qué hubiera sido del programa castrista sin el bloqueo yanqui? Un orfelinato de zurdetas sin coartadas ideológicas. Hay dictaduras que necesitan de un enemigo eterno, real o inventado, sobre el que construir su existencia y justificar sus gravísimos errores políticos. El bloqueo yanqui lo justificaba todo. Pero la Coca Cola llegaba vía México o Canadá. Y la ligabas con el Paticruzao para beberte el único cuba libre que se podía disfrutar en aquellos raquíticos años que tanto dieron para escribir bien y jugársela de verdad: desde Eliseo Alberto a Zoe Valdés, desde Reinaldo Arenas a Herberto Padilla. La inspiración del régimen se encendía no para hacer progresar el socialismo hacia el paraíso prometido, sino para buscar una coartada que justificara el fracaso político de una isla convertida en presidio de la libertad y de las ideas. Y así pasan los días, cantaban Los Panchos, y tú, ay, desesperando…
El señor Sánchez no ha tenido nada que decir en la reunión de presidentes autonómicos en Santander. Y sin decir nada lo ha dicho todo. Quizás porque todo lo que se le podría ocurrir para defender la igualdad entre los españoles ya lo tiene perfilado: que el año próximo se lo dediquemos a conocer a Franco, su gran coartada ideológica. Para el señor Sánchez, la culpa de que sus tics políticos más censurables hayan madurado a la sombra de sus lazos venezolanos, no es por su innegociable respeto a la Constitución, es culpa de Franco y de su residuo histórico. A Franco lo conocemos bien. A Sánchez cada vez mejor…Así que le va a dedicar un año entero, el próximo, a explicarnos quién fue el dictador. Su damnatio memoriae pasa por resucitarlo cada día. No pude vivir sin el enterrado hace cincuenta años. Le es más útil que Santos Cerdá o Puigdemont. Es un franquista convencido.
En España, todo el que naciera después del año 1975, conoce mejor a Ábalos y a Koldo y a Tito Berni que al general del Ferrol. Por eso, quizás, quizás, quizás, como cantaban Los Panchos, sea bueno explicar qué hizo Franco con la España más divergente que enterró en las cunetas. La dignidad no se negocia ni se factura. Se repara como sea y donde sea. Ese es el problema de Sánchez. Que solo ve la mitad de la dignidad en las fosas franquistas. Las del otro bando se olvidan. Olvida las sacas de Madrid, la barbarie miliciana, el bombardeo de Cabra, la diabólica mentalidad de Largo Caballero, que ni era largo ni caballero. En fin, que la dignificación del pasado tiene dos piernas, no solo la izquierda. La transición pretendió superar tan africano pasado. Y casi lo consigue. Pero Sánchez necesitaba resucitarlo, quizás, porque así pasan los días más oscuros de su mandato y casi todos estamos desesperados…
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete