Pásalo
El congreso se divierte
No es tiempo de héroes ni de mártires y fuera del sanchismo hace más frío que en una sesión de crioterapia
Como las murallas de Bizancio, inexpugnables, algún día caerá, se desmoronará, pero no tiene porqué ser hoy. Por el contrario, pese a las toneladas de escombros judiciales que, como meteoritos, amenazan su cabeza, cerrará el 41 congreso del PSOE (sanchismo en versión actualizada) sin despeinarse. ... Con esa frialdad mineral que lo caracteriza. Ya se encargará la grey que lo acompaña de hacerle la tortuga como las legiones de Roma se protegían con sus escudos de las flechas de los cartagineses. Lo protegerán, lo blindarán, lo bunquerizarán, diga Page lo que diga, para que nada le roce, ni siquiera la memoria del barro de Paiporta. Ni el do de pecho del comisionista Aldama cantando, como Raphael, el escándalo de que el presidente lo sabía todo y que le estaba muy agradecido por sus trabajos. Mantendrá firme y sin complejo esa sonrisa de malote de bar del oeste al que no hay quien le tosa. Para transmitir a sus adhesiones inquebrantables… por el momento, la seguridad de caja fuerte que el partido necesita en horas convulsas. Es tarea de un líder que sabe manejar el manual de supervivencia. Mantendrá a los suyos en estado de euforia, como si el cónclave fuese una fiesta rave, o los llevará a todos al parque de atracciones a montarse en el Ratón Loco, para que las risas y las carcajadas vuelen como palomas por Fibes. Vítores, aplausos, vuelta al ruedo y hasta un viva las caenas del sanchismo que nos da curro en las instituciones y no permite que ni un jabato ni un lobato amenace ese estado de bienestar que solo la política es capaz de regalarte a cambio de alma y sumisión. Como en aquella sátira política de la cinematografía alemana, el Congreso se divierte, se lo pasan chupipandi, impostando una felicidad y contento que se disuelve cuando no hay cámaras, pero sí camarillas hablando de lo que tienen en lo alto. ¿Llegaremos a desaparecer como los dinosaurios?, se preguntan 'sotto voce'.
Hoy el pichón se engolará como un palomo ladrón, como un rey persa, con gritadoras que harían bajarse del paso, de puro bochorno, al mismísimo Pilatos, al que también acusarían de 'lowfare', porque como nos alumbró Gómez de Celis, no era hijo de obrero y una democracia solo lo es si tiene jueces hijos de obreros. No se mordió la lengua el sevillano. Y mira que hay hijos sin principios en la UGT que han enfangado, por corruptos, las siglas del sindicato socialista. Un amigo atacado de la viruela de la ingenuidad, quizás por ser un irremediable romántico, me dijo que este congreso es donde los críticos al sanchismo iban a dar la cara, se fajarían con honor y coraje para devolverle al partido ese foco que Felipe asegura haber perdido. No es tiempo de héroes. Ni de mártires. Que fuera del sanchismo hace más frío que en una sesión de crioterapia. El congreso se divierte o lo intenta. Y la nación se congela viendo la España que ya está aquí…
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