editorial
Los condenados del caso ERE quieren pasar por víctimas
Los recursos de los otros condenados –excluido José Antonio Griñán, que ha acaparado todos los focos– por el caso ERE para evitar su entrada en prisión insisten en presentarse como víctimas de una conspiración político-judicial apoyada por un linchamiento mediático, según el cual el cumplimiento de las condenas obedece a un empeño de los periódicos. No pasaría de ser una estrafalaria opinión –justificable desde el punto de vista personal– de quienes ven cada vez más cerca su internamiento en la cárcel, si no lo hubiera acogido como 'leit motiv' el partido en el Gobierno de la nación y en el Ejecutivo de la Junta cuando acaecieron los hechos. Esa insistencia en la honorabilidad de quienes están condenados por prevaricar y malversar llega a extremos ridículos desde el momento que el Supremo ha ratificado la condena de la Audiencia. La verdad judicial que establecen los tribunales no puede alterarse por mucho que se vocifere y se inventen enemigos.
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