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tribuna abierta

Sánchez y los españoles

Hay poca diferencia entre Trump y Sánchez, a no ser que éste miente con cara compungida y en voz baja, pero miente

EFE

César Hornero

EL pasado mes de abril, la editorial Trotta publicaba la traducción, por primera vez en nuestra lengua, del conocido libro de Eric Voegelin, 'Hitler y los alemanes'. Nacido en Colonia en 1901, Voegelin fue profesor de Ciencia Política durante muchos años en Estados Unidos, adonde ... llegó desde Viena en 1938, huyendo del nazismo tras la anexión de Austria. A finales de los años cincuenta, aceptó regresar a Alemania para ocupar una cátedra (la de Max Weber) en la Universidad de Munich. Pronto se sintió extraño y descolocado en su país, en el que, como no tardó en detectar, parecía querer olvidarse a toda costa el nazismo, considerándolo como una suerte de accidente histórico en el que poco habían tenido que ver los propios alemanes, como si aquello hubiese sido un desvarío puntual y pasajero. Como señala José María Carabante, el editor del volumen, en la excelente introducción elaborada para el mismo, aquella Alemania de Adenauer quería mirar sobre todo hacia adelante. La reacción de Voegelin, cada vez más incómodo para muchos de los que le rodeaban, fue dictar en 1964 todo un curso, las conferencias que más adelante se publicarían como libro. En las mismas no se ocupa de Hitler sino de los alemanes, esto es, de quienes permitieron y posibilitaron que éste alcanzase el poder y que lo mantuviese durante más de una década. Por el texto desfilan, de ahí la incomodidad que provocó, no sólo quienes con su acción cooperaron directamente a que ello fuera posible sino también quienes hicieron poco o nada por impedir lo que terminó siendo un régimen responsable de la muerte de millones de seres humanos. Como concluyó Voegelin, que volvería definitivamente a Estados Unidos en 1969, lo relevante era analizar la sociedad que hizo posible que los nazis llegaran al poder; es decir, lo preocupante no eran estos, sino los alemanes que eligieron al canciller del Reich y a sus secuaces creyendo que eran idóneos para asumir la representación política de la sociedad en que vivían.

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