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la tribu

Siembra total

Pero no era completa esa luz, por más hermosa que fuera. Algo le faltaba. Y llegó lo que le faltaba: llegó la lluvia

Antonio García Barbeito

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HAN sembrado la luz en la besana. Granos de luz fueron cayendo al surco, como un maná divino y silencioso. Y ya andaba la luz recién nacida, levantando su gracia en el sembrado. Era la luz la flor de la mañana, una rosa intangible y ... olorosa. ¿Por qué la luz iba tan decidida, sin temor a solanos ni a los yelos que se echan en la tierra por la noche para secar al alba cuanto tocan? La luz, qué confiada, qué segura. Un aire de imprudencia la movía, un aire de pueril atrevimiento. Y a esta luz, ¿qué le da tal fortaleza, que parece vestida de armadura? Un volunto, un barrunto, una voz vieja… Algo que le ha sonado en el adentro; algo que le ha prestado valentía.

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