Hazte premium Hazte premium

LA TRIBU

Otoñada

El otoño guarda secretos que tú no conoces, porque para ti no hay más mundo que el asfaltado

Antonio García Barbeito

Esta funcionalidad es sólo para registrados

EL único campo que ves es el de fútbol, acorralada parcela de césped —«…el alpiste de tiza galonado», que dijo Hernández—, y por ahí, por ese verde camino no puedes hacerte cargo de lo que es el campo de verdad. Para entenderlo, no te valdría, ... ni a ti ni a nadie, hacer un curso acelerado. El campo tiene que estar en uno casi desde que nace. Y no sólo entender de él y pasearlo, sino sufrirlo, sentirlo como el propio cuerpo, con todas las alegrías y todas las penas. Por eso, cuando te eches a hablar del campo procura hacerlo siempre con el que tiene su vida clavada en la tierra desde niño, que, por más que luego pasara de bracero a propietario, el dolor del campo —el campo es un hermoso dolor, una herida que da alegrías y pesares, que llora y ríe. Una herida de amor- es necesario para entenderlo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación