El Recuadro
Juanma toma posesión
Merecen un respeto los 1.582.412 andaluces que con su voto le han dado a Juanma la mayoría absoluta
En Granada, cuando el 2 de enero se conmemora la entrada en la ciudad de los Reyes Católicos y, por ende, el final de la Reconquista, siempre hay unos nostálgicos que no se sabe de qué protestan contra la ceremonia de «la toma». Hoy, como ... en Granada, pero sin protestas, celebramos otra venturosa toma. La toma de posesión de Juanma Moreno Bonilla como presidente de la Junta después de haber sido elegido tras la constitución y debate de investidura de la XII legislatura del Parlamento Andaluz. Simbólicamente, la ceremonia de toma de posesión, que otras veces se ha celebrado en el Parlamento, se efectúa en el Palacio de San Telmo. Siendo la vez primera que el PP gobierna en solitario en la Junta, sin préstamo de votos ni coaliciones, gracias a la mayoría absoluta de los 58 diputados, 58, le veo mucho simbolismo al escenario de la toma de posesión de Juanma. Es, por decirlo a la granadina, la toma de San Telmo por el PP en solitario, sin apoyaturas de socios. La presidencia de Moreno Bonilla ha sido ejemplar en la pasada legislatura, y ahora, con el horizonte de su gobierno en solitario, se abren muchas más esperanzas.
Al blanco y verde de nuestra bandera autonómica yo le quitaría hoy el blanco de la cal de los pueblos andaluces para quedarme sólo con el verde. El verde de la esperanza de lo mucho que le queda por hacer a Juanma en beneficio de nuestra región. Hoy es un día de esperanza en cuatro años de prosperidad en Andalucía, tras haber pasado Juanma una presidencia en la que, de sopetón, se encontró con los mayores problemas que nunca podía haber pensado. Sí, puede decirse que estuvo en el mejor sitio, pero en el peor momento, y que no hubo desgracia que no se abatiera sobre España y sobre Andalucía, de la pandemia a una crisis económica peor y muy distinta a la de 2008. Y mejor no ha podido Juanma resolver este entramado de adversidades contra nuestra tierra, empezando por la animadversión y los palos en la rueda de un Gobierno central en manos de un PSOE radicalizado coaligado por la izquierda de la izquierda y apoyado por el separatismo y el filoterrorismo. Salió triunfante de su primera presidencia y hay que tener una gran confianza en que lo hará igual de bien en esta segunda en solitario. Su labor merece un aplauso, porque merecen un respeto los 1.582.412 andaluces que con su voto le han dado a Juanma la mayoría absoluta con la que hoy, bien temprano, toma posesión como presidente.
En el Gobierno central todas las instituciones del Estado han sido tocadas y trastocadas en beneficio de Sánchez. No ha ocurrido así, sino todo lo contrario, en Andalucía, donde las instituciones de la autonomía han salido reforzadas, y más que lo serán ahora, con el talante conciliador y dialogante del presidente. Lejos de los deseos Moreno Bonilla la tentación de amañar las instituciones de la región en beneficio del poder y de la gobernación autoritaria del «rodillo» de la mayoría absoluta. En una España con las instituciones desnaturalizadas, empezando por la separación de poderes, la presidencia de Juanma da la seguridad de que Andalucía seguirá siendo como una isla de esta destrucción de la nación y la esperanza de un cambio de ciclo.
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