El recuadro
El capotillo de San Fermín
Cada corredor llevaba antes su periódico enrollado a modo de capotillo
Son muchos los sevillanos que, aunque no sean aficionados a los toros, no se pierden cada mañana por televisión el encierro de San Fermín en Pamplona. En Sevilla, aunque parezca lo contrario, hay mucha afición y simpatía por los encierros, y hay quien se pega ... el relativo madrugón para estar a las 8 de la mañana ante el televisor. Encierros en los que es parte importante un sevillano, el veterinario don Miguel Criado, veedor de los toros que corren y se lidian en los sanfermines. Criado, asesor de la plaza de Sevilla, es un estrecho colaborador de la Casa de Misericordia y participa en la elección de las ganaderías que acuden cada año a la Feria del Toro y vigila a lo largo del año el desarrollo de las reses seleccionadas. Heredó este importante puesto de su padre, el recordado taurino Miguel Criado Barragán, conocido como «El Potra». Criado padre fue testigo de la evolución de los sanfermines y cuentan que los toros no se soltaban para el encierro cada mañana hasta que él lo ordenaba. En sus últimos años se me lamentaba de la degradación, como todo, de la tradición de los encierros que Hemingway hizo universalmente conocidos. Me dijo en sus años finales:
—A mí me da miedo que den la orden de soltar los toros desde los corrales cuando el recorrido está todavía lleno de tíos borrachos en pantalones cortos.
Y José Luis Montoya resumía el papel en San Fermín del viejo taurino y antiguo mozo de espadas de Juan Belmonte con una frase muy ingeniosa y descriptiva:
—Si será allí importante, que en Pamplona al Potra le llaman Don Miguel Criado.
Si usted es habitual de la retransmisión de los encierros mañaneros de San Fermín, verá que las Policías Local y Foral se encargan de despejar el recorrido de Mercaderes y La Estafeta de estos borrachos de pantalón corto. Cuando vea correr a la manada del encierro de la corrida del día tras los cabestros, verá que ya sólo quedan los mozos que saben hacerlo, ninguno en pantalón corto, todos con su atuendo completamente blanco y su faja roja. (Y uno con la camiseta del Betis que suele aparecer siempre, no sabemos si un sevillano que se apunta a la tradición pamplonesa o si un navarro partidario del club del escudo las trece barras).
No lo he visto comentar en ningún sitio, pero en los encierros ha desaparecido en los últimos años algo que nos parecía fundamental a los profanos: el periódico enrollado que llevaban los corredores en la mano como defensa ante los toros. Cada corredor llevaba antes su periódico enrollado a modo de capotillo, y ahora apenas puede usted contar a media docena de ellos que sigan haciéndolo. ¿Qué ocurre, que ya no compran el periódico y ven las noticias por Internet? No creo que el teléfono móvil con las noticias les sirva de capotillo cuando se encuentran en situación comprometida ante un toro rezagado. Ni me imagino a los mozos antes de correr los toros rezarle al Santo, marcando el ritmo con los teléfonos móviles en alto: «A San Fermín pedimos,/por ser nuestro Patrón,/nos guíe en el encierro/ dándonos su bendición». Signos de los tiempos.
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