LA ALBERCA
La vía juanmista
El nombre del presidente de la Junta está empezando a pronunciarse más de la cuenta en Madrid
Está empezando a sonar demasiado el nombre de Juanma Moreno en Madrid. Desde que terminó el escrutinio de las elecciones generales y el ábaco de los pactos se decantó por las bolas de colores antes que por las azules, el presidente de la Junta de ... Andalucía está en todos los debates. El PP ha cerrado filas con Feijóo, de acuerdo, pero a nadie se le escapa que los números no han salido y que el futuro en Génova tiene placas tectónicas en movimiento. Los gritos de «Ayuso, Ayuso» en el balcón la misma noche de las votaciones son un aviso claro. Hay corrientes de leva en el partido porque el pactómetro de Pedro Sánchez le va a permitir mantenerse en el Gobierno, aunque sea a costa de debilitar España, y a los populares les espera una incómoda travesía en la oposición esperando una siguiente oportunidad, que tampoco está claro cuándo llegará a tenor de las alianzas antinatura del PSOE con toda clase de pastiches ideológicos. Lo que resulta incuestionable es que el PP tiene que rearmarse para aglutinar todo el voto de la derecha si quiere tener alguna opción de romper el bloque 'Frankenstein'. Y ya han empezado a sonar soluciones en los mentideros del partido. La última de ellas es la 'vía Moreno', que habría que denominar con más exactitud 'vía juanmista' si aceptamos que el juanmismo es un método político genuino que ha cuajado en Andalucía. Consiste básicamente en difuminar los límites entre la izquierda y la derecha, abarcar el mayor espectro electoral posible desde la serenidad, la renuncia al reformismo, la propuesta refinada de continuidad con correcciones quirúrgicas. Esta vía ha logrado fagocitar a Vox en Andalucía recogiendo votos de un PSOE triturado por la corrupción, los años de clientelismo y la falta de pujanza. Lo que Juanma Moreno hizo fue aplicar un modelo milimétricamente meditado para persuadir a los andaluces. Lo hizo, además, con una indudable capacidad de liderazgo, que se fundamentó sobre todo en su capacidad de aguante inicial. Y aquí está la clave.
Cuando Moreno llegó a la presidencia del PP andaluz para sustituir a Juan Ignacio Zoido, que había sido la solución de transición tras el arenismo, tuvo que soportar ninguneos de todos los colores. En su primera candidatura en 2015 se chupó cuatro años de oposición a Susana Díaz. Y en las de enero de 2019 se le estaba preparando en Génova su carta de despedida cuando Vox dio la sorpresa y se produjo el vuelco histórico a la derecha en Andalucía. Ahora que cuentan que supo mantener a raya al partido de Abascal, pero no es tan sencillo. El contexto era muy distinto anivel sociológico y lo que hizo Juanma Moreno fue aprovechar la obligación moral que tenía Vox de acabar con casi cuarenta años de gobiernos socialistas en Andalucía. A partir de ahí construyó su figura de líder. Desde la Presidencia. Pero necesitó un primer golpe de suerte. Por eso cuando algunos ahora le recomiendan a Feijóo la 'vía juanmista' contra Abascal se equivocan. Porque aquel camino era nuevo y el de ahora no.