La Alberca
Más puño que rosa
Lo más triste del actual PSOE andaluz es que no sabemos si es sanchista por convicción o por necesidad
![Más puño que rosa](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/opinion/2024/05/21/j-f-e-RnBnKUOu6MFafzGwMUU6G9H-350x624@diario_abc.jpg)
Es desolador comprobar cómo políticos que otrora fueron ejemplares en la defensa de la institucionalidad han terminado siendo fagocitados por la hidra sectaria del sanchismo. Le pasó a Juan Espadas, que siempre supo dar su sitio a los adversarios como alcalde de Sevilla y hace ... apenas unos días ha consumado su ocaso anunciando la apertura de expediente a su compañero Javier Lambán. Este PSOE devastado por el cesarismo de su líder retrata a los vasallos frente a los militantes. Como dice el martinete, «desgraciaíto el que come / el pan de manita ajena: / siempre mirando a la cara / si la pone mala o güena». Y tal vez eso sea lo peor: que este entreguismo nos deja la duda de si se subyugan a su adalid por convicción o por necesidad. Le ha pasado también al actual presidente de la Diputación, histórico alcalde de La Rinconada que lleva años haciendo una gestión encomiable en su pueblo. Desde que Javier Fernández es secretario general del PSOE de Sevilla, su alineamiento con las consignas sanchistas le está arrastrando a un sectarismo impropio de alguien con su trayectoria. El abuso institucional que está protagonizando desde que su partido perdió la Alcaldía de Sevilla es desolador. Todos los ministros que pisan esta tierra vienen a visitarle a él, dejando siempre fuera de la foto al alcalde del PP y erigiendo al secretario general de su partido en supraalcalde del feudo. Da igual que se venga a hablar de la SE-40, de la Agencia Espacial o de la conexión por tren al aeropuerto. Desde que José Luis Sanz se sienta en el despacho principal de la Plaza Nueva, para el PSOE todos los proyectos que afectan a la capital son de rango provincial. La parcialidad institucional se aproxima inexorablemente al fanatismo.
Pero el colmo ha sido la foto que ha publicado el exalcalde Antonio Muñoz en un concierto de música junto a Juanma Moreno y su esposa. El aparato socialista no ha podido soportar semejante exceso de cordialidad mientras el líder supremo se tiene que trabajar la polarización a pico y pala como estrategia electoral. Y para atizarle a su compañero por tal alarde de afabilidad con el enemigo, le reprocha a Moreno que vaya a un concierto habiendo listas de espera en los hospitales. Quien pueda que le empate a demagogia. ¿Cómo es posible que un jornalero esté a las diez de la noche en un restaurante habiendo aún tanto algodón por recoger? En fin. Luego son ellos los que se quejan de que olvidemos que los políticos son también personas. En realidad el PSOE sólo pretendía dar una patada a Muñoz en el culo del presidente de la Junta. Y así de paso desvía la atención de la rajada de líderes históricos como Rodríguez de la Borbolla. O del lío que tiene en Arahal. O de la gestora de Écija. O de la 'espantá' de concejales en Utrera...
Es mejor que no elogie a Muñoz por su gesto porque le puedo dar la puntilla. Es probable que él también acabe siendo una víctima de esta involución frentista diseñada para retener el poder. Pero en el gran feudo histórico del PSOE español hay una rebelión. Aquí hay más puño que rosa. Huele a que alguien va a dejar de salir pronto en la foto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete