LA ALBERCA
La peor oposición municipal de la historia
El alcalde se enfrenta a un hecho insólito: no puede negociar el presupuesto porque Podemos y Ciudadanos están en el desguace
A Antonio Muñoz le está pasando con el presupuesto como a aquella vecina que se asomó a la ventana para protestar por la juerga que le habían montado en el bar de abajo y descubrió que el que estaba cantando era un guardia civil con ... el tricornio en la mano. La mujer exclamó desesperada: «Dios mío, ¿a quién llamo yo ahora?». La oposición municipal tiene tal berenjenal que el alcalde tampoco sabe a quién llamar. Literalmente. Necesita un partido con el que pactar los presupuestos del año que viene, que dicho sea de paso se han presentado un poquito tarde, pero ninguno de los que están disponibles para un posible acuerdo, Podemos y Ciudadanos, tiene ahora mismo un interlocutor claro. A su izquierda hay un pifostio de padre y muy señor mío. La coalición que se presentó a las pasadas elecciones se ha fracturado en más pedazos de los que traía de fábrica. En su origen iban juntos Podemos e Izquierda Unida y ahora hay tres facciones porque una de las componentes moradas, Sandra Heredia, se escindió y va por su cuenta bajo las siglas del partido que fundó Teresa Rodríguez tras su pelea con Pablo Iglesias. A ver si consigo no perder el hilo. Sigo. En teoría, la actual portavoz de Adelante Sevilla, que es como se llama el conglomerado, es Susana Serrano, pero no se habla con los dirigentes de Podemos ni con su excompañera y tiene una relación digamos discreta con los otros dos concejales de Izquierda Unida, que a su vez ya saben que tienen pocas opciones de ir en la siguiente lista. Es decir, en la zona comunista no hay nadie con mando para firmar un acuerdo conjunto. Si Muñoz llama a Susana Serrano y pacta con ella lo que sea, en ningún caso tendrá garantizado que también firmarán los demás concejales de la formación. Ergo ese camino lo tiene negro. La otra opción que le queda, teniendo en cuenta que el PP y Vox no le van a apoyar a falta de cinco meses para las elecciones, es Ciudadanos.
¿Y qué pasa en Ciudadanos? Que tampoco se sabe quién es el que manda. Hace unas semanas dimitió Álvaro Pimentel después de una batalla interna digna de lástima. Los repartos de migajas son siempre lamentables. Le ha sustituido Miguel Ángel Aumesquet, pero en el partido hay en estos momentos una revolución porque se están marchando todos sus militantes a otras formaciones y han tenido que cerrar la sede. Ni Aumesquet sabe si sus otros compañeros le apoyan, así que estamos en las mismas. No hay nadie legitimado en el partido naranja actualmente para rubricar un pacto en bloque con el PSOE, aunque la opción de Ciudadanos es la más factible a tenor del futuro que las encuestas vaticinan. Si pactan, no se juegan nada. De perdidos, al río.
El contexto es insólito porque pone de relieve un hecho histórico en Sevilla: el gobierno puede haber sido mejorable, pero lo que es indiscutible es que esta ciudad jamás ha tenido una oposición peor.
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