La aLBERCA
Gracias por los ERE
Los gritos de Espadas en homenaje a los líderes de la época más oscura de Andalucía le inhabilitan
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Pretende el otrora moderado Juan Espadas que al mismo tiempo que chilla el supuesto escándalo de los contratos del SAS le demos las gracias a Chaves y a Griñán por la maravilla de los ERE. Y lo peor de su intentona no es que sea ... una aberración, sino que él está convencido de lo que dice. Para este PSOE atribulado, perdedor, débil, sectario, entregado a los antisistema, acosado por la corrupción y dirigido por un mesías, el mayor escándalo de la democracia ha sido un invento de las derechas depredadoras que han atentado contra la bonhomía intrínseca de los miembros del partido salvador. Quedan fuera de tan pueril ecuación dialéctica los jueces de instrucción, los de la Audiencia y los del Supremo, los funcionarios de la Intervención del Estado, los fiscales de todas las instancias y la Guardia Civil. El latrocinio no existió sencillamente porque este Tribunal Constitucional impuesto desde el Ejecutivo ha decidido, por cuatro votos a tres, que las sentencias dictadas contra Griñán, Chaves y Magdalena Álvarez se saltaron el principio de legalidad penal una vez que las partidas de los ERE se aprobaron en los presupuestos y fueron votadas por el Parlamento, un argumento que no aminora la gravedad del desfalco, que consistió, como recoge el apartado de hechos probados de la sentencia firme, en el desvío de dinero fuera del control administrativo para repartirlo caprichosamente a empresas sin concurso público, es decir, a través de una red clientelar que provocó una competencia desleal y una desindustrialización pagada con nuestros impuestos. Y a eso hay que añadir la colocación como intrusos de decenas de afines en estas empresas, así como los dispendios en cocaína, casi anecdóticos en un caso de más de 700 millones aunque igualmente graves.
El PSOE nos trata como a imbéciles al repetir que los ERE han sido un ejemplo más de la voracidad de las derechas contra personas honradas, todo ello mientras Juan Espadas vocifera contra Juanma Moreno por los contratos de emergencia del SAS en situación de pandemia y pospandemia. Lo más divertido del asunto es que los abogados que han presentado la querella sanitaria son los mismos que han defendido a varios acusados de los expedientes de regulación de empleo. Y en su denuncia dicen que lo del SAS es un escándalo similar al de los ERE. A ver en qué quedamos. ¿Entonces los ERE fueron un latrocinio o sólo lo son cuando conviene para atizar al PP? Los gritos de Espadas en el Congreso para agradecer a Manolo, a Pepe y a Magdalena la vergüenza de aquellos años son alaridos de desesperación. Nada más. Abrazarse a la corrupción más sonrojante de la historia de España y rendir homenaje a los líderes de aquella época oscura es un estertor que inhabilita a Espadas para concurrir seriamente a las urnas. Él mismo se lo ha dicho a sus militantes ante el congreso regional que afrontará en febrero: «Id comprando palomitas». Ni un contrato de emergencia del SAS va a poder curarle tanto descrédito. Y seguro que Moreno está de acuerdo: Gracias, Manolo; gracias, Pepe; gracias, Magdalena.
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