la alberca
El ejemplo de los drones
Si Sevilla no ha sabido defender su verdadero papel en la Primera Vuelta al Mundo, ¿qué otro final merecíamos?
![El ejemplo de los drones](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/opinion/2022/09/13/alberto-garcia-reyes-kkW-RVYOGSVIZs5za7m0W92sKiM-1200x630@abc.jpg)
El espectáculo de los drones sobre la Plaza de España, fallido por cutre y por caótico, es un buen ejemplo de cómo ha celebrado Sevilla el V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo. Más allá de estos pobres actos que ha salvado, como siempre, ... la colaboración militar, en este caso de la Armada, el aprovechamiento de la efeméride por parte de la ciudad ha sido prácticamente nulo. Cuento una anécdota que creo que es significativa. El otro día en el fútbol sacaron un tifo con el mapamundi y el itinerario de Magallanes y Elcano ante el que un adolescente que tenía cerca exclamó: «¡Es Cristóbal Colón!». Ni la serie de televisión que se ha hecho para conmemorar la hazaña ha servido para que los jóvenes se enteren de que Sevilla fue una vez la capital del mundo, aunque quizás sea mejor así atendiendo a la calidad del producto. Basta recordar que el actor principal dijo que había interpretado a un «Elcano muy de izquierdas para que no se lo apropien». Cuando uno recuerda estas cosas se convence de que lo de los drones tampoco estuvo tan mal.
Ha habido muchos errores en esta conmemoración, casi todos ellos relacionados con nuestros complejos. Dejamos lo de Portugal aparte. Está bien la reconciliación, pero no el reparto del protagonismo en la gesta por igual, básicamente porque los 18 marineros que llegaron a Sevilla venían muertos de hambre huyendo de los puertos portugueses, donde los esperaban a cañonazos, por no hablar de los intentos de acabar con Magallanes. En fin, pequeñas cosas de la historia. El complejo que más me ha llamado la atención es el del papel de Sevilla en la hazaña. Se ha dicho y escrito por distintos sitios que la expedición que dio la vuelta a la Tierra por primera vez, un hito sólo comparable con la llegada del hombre a la luna, partió de Sanlúcar de Barrameda. Ni que decir tiene que por allí salieron las naos a mar abierto y que los aprovisionamientos sanluqueños fueron fundamentales para el éxito de la singladura. Pero la verdad exacta es que no sólo salieron y llegaron a Sevilla, sino que el viaje se preparó en la capital andaluza, concretamente en el Alcázar, donde Magallanes vivió casi dos años organizándolo todo antes de zarpar en agosto de 1519. Si las instituciones locales no han sabido defender ni siquiera esto, ¿qué espectáculo de drones nos merecemos?
Durante estos tres años hemos acogido varios actos de fuste, sobre todo la clausura por parte del Rey Felipe VI, que ofreció un discurso inconmensurable. Pero ha faltado una programación constante, un plan de difusión, una invasión de la Circunnavegación en nuestra vida cotidiana. La nao Victoria atracada en el Muelle de las Delicias no ha sido suficiente para divulgar que en Sevilla se diseñó una de las más grandes proezas de la humanidad. Por eso cuando la otra noche la gente refunfuñaba por el vergonzoso espectáculo de los drones, me dio un golpe de rabia. Porque ningún final resume como ese la triste historia de nuestra grandeza.
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