La Alberca
Ábalos en el hotel Monipodio
La revelación de la expresidenta Susana Díaz no es inocente, deja a Espadas vendido ante la militancia
![Ábalos en el hotel Monipodio](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/opinion/2024/10/20/articulo-alberto-abalos-Ra8PgrlCCnoClCtMBbJZfqN-1200x840@diario_abc.jpg)
El arranque de Susana Díaz no es casual. Después de un largo silencio, la expresidenta de la Junta de Andalucía ha tirado al centro de la mesa una carta ganadora: Ábalos estuvo 15 días en un hotel de Sevilla recibiendo a militantes socialistas para invitarles ... a cambiar su voto en las primarias a favor de Juan Espadas. Esta revelación lleva a dos conclusiones claras: que Ábalos usaba métodos picarescos como número dos del partido con la connivencia de Pedro Sánchez; y que Espadas aceptó las formas sanchistas abnegadamente desde antes de ser secretario general del PSOE en Andalucía. Ahora le vemos masticando la amnistía, el cupo catalán y las afrentas de Puente como quien tiene que digerir piedras. Le vemos también guardando angustiosos silencios sobre los correos de la Faffe, el caso Koldo y Begoña. Todo ello mientras boga sin rumbo por la oposición de una región en la que el PP mantiene sus expectativas de mayoría absoluta sin haber hecho nada especialmente relevante. Espadas es pescado en blanco para el gobierno andaluz. Jamás antes el PSOE había estado tan deshecho en el Sur, con gestoras, dimisiones, portavoces groseros, militantes desaparecidos y hasta albañiles increpando al presidente cuando viene por aquí. Pero al menos hasta ahora el proyecto espadista había contado con la lealtad de Susana Díaz, a quien Juanma Moreno le ha resuelto la vida con la creación del Consejo de expresidentes, un órgano que remunerará a todos los primeros mandatarios de San Telmo hasta los 75 años. La trianera, reconocida también en su barrio por José Luis Sanz, sólo había trabajado hasta ahora en el mar de leva. En el partido se quejan por lo bajini de la acción subrepticia de Susana, pero las relaciones públicas habían sido correctas. Sin embargo, la expresidenta ha roto la baraja esta semana en la tele poniendo boca arriba la relación directa entre la victoria de Espadas y el torrentiano José Luis Ábalos. ¿Por qué?
Precisamente este mes ha salido una instrucción desde Ferraz que tiene que ver con Andalucía. Sánchez ha ordenado a sus tropas enfilar desde Madrid a Juanma Moreno porque, según sus cuentas, si el PSOE gana en Cataluña y en el Sur podrá aspirar a una nueva legislatura nacional. Esto quiere decir que la dirección del partido considera que Espadas no funciona por sí mismo, que necesita refuerzos porque su oposición es de pistolita de agua. Y justo en ese contexto, alza la voz Susana Díaz para vincularle al apestado Ábalos, que ahora todo el mundo sabía a qué se dedicaba, pero que durante varios años fue el hombre de confianza de Sánchez, el obrero del aparato. Y como la expresidenta no da puntada sin hilo, es lógico inferir que este golpe va directamente al hígado. No vamos ahora a escandalizarnos por las jugarretas internas de los partidos porque ella tampoco es inocente. Pero hay que reconocer que la imagen de Ábalos sentado en un hotel como Monipodio, llamando a rinconetes y cortadillos, resume una era. Sólo nos queda saber si a cambio del voto ofrecía enviar correos a la Faffe.
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