tiro al aire
Un selfie con Puigdemont
Compiten en ego y en capacidad de manipulación; pero el huido no tiene nada que perder mientras Sánchez dispara con carrete público
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![Un selfie con Puigdemont](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/opinion/2023/12/14/ESCUCHA-fuentealamo-1200x840(3)-RQJxrUByEakbtFn7SaLFB8I-1200x840@abc.jpg)
Saben ustedes como yo que sólo cuando Pedro Sánchez confirme rotundamente que no habrá reunión con Carles Puigdemont podemos estar convencidos los españoles de que ésta va a producirse de forma inminente. Es lo que tiene la experiencia, que hemos aprendido a interpretar el ... lenguaje sanchista sin necesidad de leer ni una sola página de los dos manuales que ha puesto en circulación el fabricante.
De igual modo, sabemos que una vez que tal reunión se produzca será lo mejor que haya podido pasarle a España puesto que cualquier cosa ejecutada por el presidente Sánchez lo es. Lo dirá él y lo dirán sus palmeros. Ahora bien, en tiempos de redes y memes necesitaremos una instantánea que inmortalice el momento. En Junts opinan que esto «no es una cosa de fotos», así que igual no contratan a un fotógrafo profesional, pero estén tranquilos. Habrá foto. ¿Cómo se van a quedar si su selfie histórico sus dos protagonistas? No hay mejor forma de retratar el estilo de hacer política de ambos: yo, mí, me, conmigo. Pero además, bien los conocemos, los dos son asiduos a la política extrema: arriesgada, sorprendente, imposible. Por eso, probablemente no tengamos una sola foto, sino dos. Cada uno querrá hacer la propia para demostrar a los suyos hasta donde ha sido capaz de hacerle llegar al otro. Para buscar el 'like'. Sánchez y Puigdemont compiten en ego y en capacidad de manipulación, pero les diferencia que el huido no tiene nada que perder mientras Sánchez dispara con carrete público.
El buscador del selfie extremo suele ser un turista –joven, hombre– que se la juega por el más difícil todavía. El acantilado más escarpado que nunca se ha atrevido a pisar ningún humano, esa roca en un salto de agua que parece inexistente, el punto del rascacielos en el que jamás nadie osó agarrarse. Y por algo será. Pero Sánchez es un valiente, a él nada le asusta, ni siquiera el convertirse en un turista en busca de la foto bomba: el mayor representante de la legalidad, la higiene y el respeto institucional posando con un fugado condenado, precisamente, por eso que él debería encarnar.
Según la Fundación iO, centrada en medicina, enfermedades y viajes, España es el cuarto país del mundo donde más personas mueren sacándose un selfie extremo. Con esto se entiende mejor que la foto Sánchez-Puigdemont tenga que dispararse más allá de nuestras fronteras. Como si no tuviera nada que ver que Puigdemont no pueda aproximarse a nuestro país. Ven, el valiente es Sánchez. Puigdemont no se mueve de su zona de confort.
Por eso, el selfie de la pareja podría ser perfectamente la foto de cubierta del ya esperadísimo tercer libro de nuestro presidente. Su título, y no importa que éste también exista de antemano, será 'Al filo de lo imposible'. Resume bastante mejor que 'Tierra firme' su forma de conducir un país.
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